México, lugar de oportunidades, lugar donde se unen la adversidad y la encomienda cotidiana de realizar la construcción más importante: su pueblo. Ese pueblo que se identifica por su historia, tradiciones, cultura e identidad ciudadana, elementos insustituibles para el reconocimiento de la diferencia de una nación sobre otra. El describir las bondades de nuestra tierra, es sencillo, el enfrentarse a la problemática socio-económica, no lo es. Sin embargo existe una herramienta que puede arar el camino, la creatividad.
Si bien es cierto, existe una gran disparidad entre los que detentan los grandes capitales y los más pobres de la serranía de Oaxaca, de las zonas marginadas de Monterrey y los cinturones de pobreza de Guadalajara, no es culpa exclusivamente del sistema capitalista, ni de los vicios de los gobiernos, ni de la globalización, es responsabilidad de muchos de los habitantes que no hemos entendido la función preponderante que nos corresponde en la actuación social. El ser creativo requiere una conciencia despierta y una acción constante, el ser creativo, es el que ve más allá, el generador de una solución para cada problema.
Las oportunidades definitivamente son para unos pocos, esos pocos son los que se esfuerzan, luchan, corren, se agitan por labrar las tierras que transitan, por sembrar la disciplina de su entrega, por empujar la carga de su responsabilidad. Es por eso que hombres y mujeres crecen de una manera grandiosa en nuestra tierra, entre ellos está, Juana de Asbaje, personaje brioso y avanzado para sus tiempos, rompiendo paradigmas establecidos, con su poesía bien entendida, por su palabra generosa y sin medida. Anita Brenner encomiable mujer, por su cosmovisión, su talento al describir al México naciente del siglo XX. Mujeres que siempre lucharon por ser ellas, más allá de las problemáticas de la época. ¿Cómo lo lograron? Siendo perspicaces y creativas, mujeres sagaces con el orden establecido, creadoras de nuevas ideas, caminos no andados, la crítica no importaba, la falta de dinero, tampoco.
Por medio de la creatividad el mexicano tiene una sacra medida para salir del escollo, para impulsarse hacia su prodigioso futuro, satisfaciendo sus primeras necesidades –comida, vestimenta y habitación- para después dedicarse al crecimiento de su profesión, de su oficio, de su empleo, de su intelecto y sobre todo de su espíritu.
El crecer con la mentalidad de ayer, no sirve, envilece el alma y encadena el mismo ser. El ir lejos es una encomienda harto difícil, el quedarse esperando y ver pasar el destino es vivir en parálisis, es dejar en manos de unos cuantos la obra de todos. Detentar títulos universitarios, trabajar en una empresa transnacional, desarrollar un negocio, es bueno, pero no es lo único, se requieren otras características y cualidades que se pueden desarrollar por la esperanza en realizarlas, por amor a la humanidad que es amarse así mismo.
Desgraciadamente, la apatía es un mal que corroe a esta sociedad, brindémosle un espacio al trabajo cumplido, al ejemplo para arrastrar con imaginación al menos a los de nuestro alrededor y luego entonces podremos decir hemos cumplido, sigo dando creativamente con mi esfuerzo, mi palabra y mi empeño.
http://crisolplural.com/2009/10/09/el-uso-creativo-de-la-mente/
Si bien es cierto, existe una gran disparidad entre los que detentan los grandes capitales y los más pobres de la serranía de Oaxaca, de las zonas marginadas de Monterrey y los cinturones de pobreza de Guadalajara, no es culpa exclusivamente del sistema capitalista, ni de los vicios de los gobiernos, ni de la globalización, es responsabilidad de muchos de los habitantes que no hemos entendido la función preponderante que nos corresponde en la actuación social. El ser creativo requiere una conciencia despierta y una acción constante, el ser creativo, es el que ve más allá, el generador de una solución para cada problema.
Las oportunidades definitivamente son para unos pocos, esos pocos son los que se esfuerzan, luchan, corren, se agitan por labrar las tierras que transitan, por sembrar la disciplina de su entrega, por empujar la carga de su responsabilidad. Es por eso que hombres y mujeres crecen de una manera grandiosa en nuestra tierra, entre ellos está, Juana de Asbaje, personaje brioso y avanzado para sus tiempos, rompiendo paradigmas establecidos, con su poesía bien entendida, por su palabra generosa y sin medida. Anita Brenner encomiable mujer, por su cosmovisión, su talento al describir al México naciente del siglo XX. Mujeres que siempre lucharon por ser ellas, más allá de las problemáticas de la época. ¿Cómo lo lograron? Siendo perspicaces y creativas, mujeres sagaces con el orden establecido, creadoras de nuevas ideas, caminos no andados, la crítica no importaba, la falta de dinero, tampoco.
Por medio de la creatividad el mexicano tiene una sacra medida para salir del escollo, para impulsarse hacia su prodigioso futuro, satisfaciendo sus primeras necesidades –comida, vestimenta y habitación- para después dedicarse al crecimiento de su profesión, de su oficio, de su empleo, de su intelecto y sobre todo de su espíritu.
El crecer con la mentalidad de ayer, no sirve, envilece el alma y encadena el mismo ser. El ir lejos es una encomienda harto difícil, el quedarse esperando y ver pasar el destino es vivir en parálisis, es dejar en manos de unos cuantos la obra de todos. Detentar títulos universitarios, trabajar en una empresa transnacional, desarrollar un negocio, es bueno, pero no es lo único, se requieren otras características y cualidades que se pueden desarrollar por la esperanza en realizarlas, por amor a la humanidad que es amarse así mismo.
Desgraciadamente, la apatía es un mal que corroe a esta sociedad, brindémosle un espacio al trabajo cumplido, al ejemplo para arrastrar con imaginación al menos a los de nuestro alrededor y luego entonces podremos decir hemos cumplido, sigo dando creativamente con mi esfuerzo, mi palabra y mi empeño.
http://crisolplural.com/2009/10/09/el-uso-creativo-de-la-mente/
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