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Hacer asociaciones lógicas es la clave para acordarse de todo

Se trata de una serie de procedimientos destinados a facilitar el recuerdo de algo mediante la asociación de otras ideas, más sencillas y habituales, que lo traigan fácilmente a la memoria.

Números, listados, nombres y datos: expertos dicen que con la técnica adecuada es posible recordarlos.


La diferencia entre tener una buena o una mala memoria está, en muchos casos, en qué tanto las personas saben utilizarla y sacarle provecho. Eso asegura José Luis Sanz, especialista en marketing y negocios y gestor de programas de cooperación internacional en América Latina.

"Memorizar una lista de ítems, números o datos está al alcance de cualquiera que conozca la técnica adecuada para hacerlo", dice Sanz refiriéndose a la mnemotecnia. Se trata de una serie de procedimientos destinados a facilitar el recuerdo de algo mediante la asociación de otras ideas, más sencillas y habituales, que lo traigan fácilmente a la memoria. "La idea no es -explica Sanz- mejorar la memoria natural, sino enseñar a la gente a utilizar la agenda mental y a apuntar información en ella". De acuerdo con Sanz, las técnicas para memorizar consisten básicamente en efectuar eslabones, asociaciones lógicas o ganchos entre distintos conceptos para que los recuerdos surjan con más facilidad.

Una de ellas, desarrollada a mediados del siglo pasado por el estadounidense Harry Lorayne, autor del libro Cómo desarrollar una Súper Memoria, permite efectuar asociaciones con un mayor impacto o huella en la memoria que los métodos convencionales (como los basados en juegos de palabras). Según Lorayne, lo mejor para recordar una cosa es exagerarla. Curiosamente, el impacto de la memorización es mayor si el nexo se efectúa con base en contenidos de índole sexual, escatológica o fuertes, como las groserías.

Para retener, exagere

Para recordar una alfombra y un papel, el sistema tradicional propone, por ejemplo, visualizar a la primera envuelta en el segundo. Para los partidarios de Lorayne la mejor forma de recordarlo sería visualizar una enorme alfombra de papel que cubriera toda la habitación, incluso sus paredes, de la cual se cortan trozos para hacer un paquete gigante. Sanz aclara que no hay recetas fijas, "lo importante es que cada persona efectúe su asociación con lo primero que se le ocurra o le venga a la mente, que es lo que siempre recordará, y que además practique los ejercicios mnemotécnicos hasta incorporarlos a su vida diaria como algo automático", señala.

Si son números...

El truco para recordar números, que no pueden visualizarse como las palabras o los objetos, es convertirlos en vocablos, que a su vez pueden asociarse después de modo ilógico.

El sistema más sencillo consiste en adjudicar a cada cifra una o dos letras del alfabeto, relacionadas con su sonido, forma u otro aspecto. Por ejemplo: al número 1 se le puede adjudicar la T (que tiene forma de palo), al número 2 la letra N (pues son similares en forma aunque en distinta posición), al 3 la M (también parecidos), al 4 la R (imagine la erre de la palabra cuatro), y al 5 la L (derivada de su escritura en números romanos). "Al 6 asígnele la S (de sonido similar a seis), al 7 la C (asociada a los sonidos fuertes ca, que, qui, co, cu), al 8 la f (que en minúscula y manuscrita se escribe parecida al número), al 9 la P (la letra mayúscula invertida es similar al número) y al 0 la Z (por su sonido)", aconseja este experto. Así, para recordar un número hay que asociar cada cifra a una letra y con ellas formar sílabas, dando lugar a una palabra: por ejemplo, si la clave de una tarjeta es 3496 puede recordarse con la palabra 'mariposa', (3=M, 4=R, 9=P y 6=S), y después exagerar su imagen, visualizando a miles de mariposas saliendo de la tarjeta. Según Sanz, "aunque el sistema puede parecer complejo, con el paso del tiempo, y práctica, se vuelve casi automático".

Listados y nombres...

Para grabarse la lista del mercado, visualice cada elemento asociado a situaciones disparatadas o exageradas. Por ejemplo, imagine que se echa un paquete de harina sobre la cabeza hasta quedar blanco, que estrella huevos en la frente, que se frota ajo en los ojos hasta sentir ardor, que se come un salmón entero vivo y coleando o que se pone un collar de galletas. Si se trata de nombres de personas, asócielos a un rasgo o signo de su cara (Antonio, Anteojos); "también puede recurrir al método más sencillo de repetir tres veces su nombre y apellido en el transcurso de la primera conversación que se mantiene con ella", sugiere Sanz, que admite que muchas veces la gente simplemente no recuerda cosas porque no les presta la debida atención.

¿Cuándo amerita preocuparse?

Los problemas de memoria son un motivo de consulta frecuente. No es raro ver a personas que llegan aterradas porque olvidan cumplir citas o no pueden evocar ciertos hechos en un determinado momento.

La mayoría de estos casos son leves y ocurren por el estilo de vida acelerado de la gente.

Buena parte de esos problemas se resuelven con organización y prestando la debida atención a aquello que interesa recordar.

Estos problemas son de cuidado cuando afectan la vida cotidiana. Es el caso, por ejemplo, de personas a las que les cuesta trabajo acordarse de cómo hacer cosas que han hecho muchas veces o cómo llegar a un sitio al que han ido con frecuencia.

En ese caso hay que consultar.

Ayúdese con ciertos hábitos

Planee: si tiene que hacer 20 cosas, agéndelas y póngalas en orden de importancia.

Deje sus cosas (billetera, llaves, celular) siempre en el mismo sitio.

No guarde objetos en escondites exóticos. Es posible que los olvide si no prestó la debida atención.

Escriba los datos clave con cierto tipo de letra y subrayados.

Mantenga en acción el cerebro: resuelva crucigramas, participe en juegos de lógica y habilidad; lea.

Siga un horario regular de sueño.



http://www.eltiempo.com/vidadehoy/hacer-asociaciones-logicas-es-la-clave-para-acordarse-de-todo_6374067-1

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