jueves

Happy birthday, Mr. Rowan…

Aún no me lo creo. Ya hace un año que los Herederos de Rowan lanzaron su blog no publicitario. Un espacio que parece haber tenido gran éxito entre el público, a juzgar por todas las visitas que ha recibido. Algo que no sorprende, dada la calidad de sus contenidos. Lo que me lleva a contarte una historieta sobre mí, que para eso estás en mi egopágina.

Durante años, sobre todo cuando empecé, me sentía inferior a muchos compañeros. Ellos manejaban conceptos extraordinarios como “big idea“, métodos creativos de última generación y artículos de revistas profesionales. Yo, en cambio, disfrutaba más de los fanzines que me llegaban, de algunos trabajos de esos libros que casi nadie mira en las agencias y de las suculentas publicaciones promocionales de las distribuidoras de papel. La verdad es que a veces me sentía poco profesional. Y eso provoca una mala leche que no veas.

Con el tiempo, me he vuelto menos prepotente. Ya no me hace falta. Me acepto como soy y no necesito defenderme. He aprendido que nadie era mejor que nadie. Los métodos, las revistas serias, los consejos de los gurús… suelen pecar un poquito de pedantes, pero en ocasiones te dan buenos consejos. Es la base.

Sin embargo, sin la chispa, sin lo que hacen los que miran en todas las direcciones, sin los que se atreven a tirarse a una piscina helada… nada de lo primero valdría un pimiento. Es la esencia.

Por todo eso, sé que no podría seguir sin el ejemplo de gente como Herederos. Por las joyitas como su blog no publicitario, sigo sacando cada día las ganas de sentarme en esta silla, garabatear en un papel y ponerme a trabajar. Y necesitaba decirlo.

Claro que hubiera preferido celebrar este aniversario subiéndome a cantar el Happy birthday sobre un piano de cola, o a lo Marilyn. Pero yo soy más de escribir.

Gracias. De todo corazón.


Es un honor abrir esta nueva vuelta de tuerca a Persuasiones. Y va sin ironía (o con un poco de ironía)

Creo que a muchos nos ha pasado lo que a ti. Hemos estado en agencias en las que se sacralizaba la publicidad. Se veían bobinas de realizadores (publicitarios), books de fotógrafos (publicitarios) se compraban libros (de publicitarios y/o para publicitarios) de las revistas se comentaban las gráficas y de la tele los spots…

De un gran anuncio nunca ha salido otro gran anuncio. Pero del cine, los libros, la música, la pintura, el hiper, el bus, los fanzines, las ciudades… han salido grandes anuncios.

Y, sobre todo, han salido grandes, y pequeñas, experiencias.

Que es de lo que se trata.

Lo del piano, lo dejaremos para otra vez, o para Kim Bassinger.

Prefiero que lo celebremos con un par de Heinekens.



http://www.persuasiones.com/blog-no-publicitario-herederos-de-rowan

1 comentario:

Martín dijo...

Gracias por copiar y pegar mi entrada. Sólo me gustaría matizar que has añadido también un comentario del blog que no tiene nada que ver.

Vamos, que yo sólo escribí hasta "Gracias. De todo corazón".

Un saludo,
Martín de Persuasiones