miércoles

La creatividad y el mito del inconsciente

Hace muchos años atrás, en las épocas de la Fundación Iniciativa de la que hablé en este post, me dediqué bastante tiempo a investigar el tema y dar talleres sobre Creatividad a chicos y chicas de colegio secundario. Este es un tema que me encanta y sobre el que sin embargo casi no he vuelto a trabajar en mucho tiempo.

Yo creo que ser creativos en nuestra vida cotidiana es algo sumamente útil y a la vez hace que disfrutemos más de lo que hacemos. Es aplicable además a casi cualquier campo en el que nos movamos. Así que quiero compartir acá algunas de las ideas más importantes de cuando me dedicaba a este tema.


Para empezar habría que definir qué es “creatividad”. Intentar una definición no es tarea simple. No existe aún entre los especialistas en la materia un acuerdo total al respecto. Yo propongo que tomemos un objetivo más limitado pero a mi entender suficiente. Prefiero hablar de “solución creativa de un problema” cuando alguien, enfrentado a una dificultad, genera una respuesta novedosa, que no conocía con anterioridad y que resuelve el problema en cuestión.

Esta definición amplía los alcances de la creatividad desde la generación de las grandes teorías para explicar el origen del universo hasta el que, cuando algo se rompe, hallemos el modo de “atarlo con alambre”. Obviamente se encuentra también en el arte, ya que lograr plasmar nuestras ideas y sentimientos sobre una tela o un papel es, de hecho, un problema, cuya solución suele ser novedosa.

La definición consta de dos aspectos: por un lado, la solución tiene que ser nueva para esa persona , lo que no implica que nunca antes otro lo haya pensado o hecho. En este contexto, es tan creador el que tiene una idea que ya otro tuvo antes como el que la imaginó primero, en la medida en que el segundo no tuviera noticias de la idea anterior. Esto es, creatividad no es aquello que hacen sólo unos pocos.

Por otro lado, la solución debe resolver el problema. Si por ejemplo mi auto se rompe, una respuesta original podría ser darme la cabeza contra la pared. Incluso puede ser que nadie haya usado esa t‚cnica antes. Pero, obviamente esa no es una solución creativa.

CREATIVIDAD: LO QUE NO ES
Esta definición que hemos adoptado no es demasiado polémica. Sin embargo, deja sin respuesta al interrogante central del tema: cuál es la naturaleza del mecanismo creador , de qué forma generamos soluciones novedosas para los problemas. En la búsqueda de esta respuesta, ya no nos movemos en terreno firme.

Como no es posible encontrar una respuesta unánime, me parece interesante dedicar un tiempo a separar de la creatividad aquello que no lo es. Alrededor del tema se tejen numerosos mitos. Los griegos atribuían la creatividad a las musas. Lo que sigue en este post y los que vienen apunta a mostrar que el concepto moderno generalizado no se apoya en pilares mucho más firmes.

En este post voy a hablar del “mito del inconsciente”. Y en posts subsiguientes mecionaré algunos otros mitos respecto de la naturaleza y el origen de la creatividad.

EL MITO DEL INCONSCIENTE
Es muy frecuente escuchar relatos sobre el modo en que la gente tiene sus ideas que enfatizan el aspecto misterioso. Muchos de los relatos de grandes creadores como Mozart refuerzan esta idea. Incluso cada uno experimentó seguramente alguna vez el hecho de haber pasado largo rato pensando un problema, y que la solución nos llegara, m gica y repentina, como un soplo.

A partir de esto, muchos intentan explicar la creación a través de una forma de pensamiento inconsciente. Si no fue nuestro consciente el que generó la idea, la explicación tal vez sea esa.

Tomando a Mozart como ejemplo: él decía que las melodías brotaban en su mente y las plasmaba en papel de un modo tan perfecto que jamás necesitaba luego hacer cambios. Tenía ideas completas y definitivas. No tendría mucho sentido que discutamos si Mozart decía o no la verdad en ese sentido; pero, de hecho, en la enorme mayoría de los casos, las cosas no resultan de ese modo.

Este tipo de teorías dividen la creación en cuatro etapas:

- la preparación, en que trabajamos conscientemente en el tema;

- la incubación, que es cuando el inconsciente trabaja mientras hacemos cualquier otra cosa;

- la iluminación, el instante mágico en que la idea brota; y finalmente

- la verificación, en que conscientemente vemos que lo que se nos ocurrió funciona.

A estas teorías sólo pueden oponérsele otras teorías. No es posible descalificarlas ni aceptarlas con seguridad. No obstante, yo creo que tienen un defecto que no debemos adoptar. Tienden a subestimar el rol del trabajo consciente, el que nos cuesta.

Mi punto central en este primer post es que la creatividad requiere esfuerzo. Implica adoptar una actitud activa en ese sentido. No es cuestión sólo de sentarse a esperar que las ideas caigan del cielo. En el proceso de hallar soluciones creativas, lo que hagamos (ya sea leer, pensar o, simplemente, dejarnos ir con la imaginación) juega un papel decisivo. Para ser creativos hay que ponerse el overall mental . Las ideas no llegan si no las llamamos. Las ideas no llegan si no somos receptivos, si no dejamos que nuestra imaginación vuele. Pero tenemos que darle estímulos a que lo haga . Si el inconsciente nos ayuda, mucho mejor.

http://spanish.bilinkis.com/2009/10/la-creatividad-y-el-mito-del-inconsciente/

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