La clave está en reinventarse. Si no encuentras cómo lograrlo dentro de ti mismo, no lo vas a encontrar en ninguna otra parte. Es algo para lo que no puede haber listas ni fórmulas.
DIC/09
Para entrevistar a este brillante Neócrata en Creatividad, Enrique Gibert solicitó la fórmula pregunta-respuesta para cubrir de manera fidedigna y concisa, su recorrido dentro de la publicidad mexicana y sus opiniones respecto de la creatividad actual.
NEO: Breve historia de su carrera como creativo con ascenso a director/dueño de agencias.
E.G.: A lo largo de 13 años, recibí formación en las áreas de Cuentas y Creativa, en Augusto Elías, Kroupensky, Guastella, McCann, D'Arcy y Arellano NCK.
En el '73 inicié con José Maqueda nuestra propia agencia. Pepe, ejecutivo brillante, era un gran administrador. Yo me dediqué de lleno a la Creatividad. El éxito nos llegó pronto.
Al poco tiempo nos convertimos en Maqueda Gibert NCK, conservando una alianza muy beneficiosa con Wells Rich Greene y con Grey, que aún no tenía filial en México. Poco después FCB compró en todo el mundo a NCK y pasó a ser nuestro socio en Maqueda Gibert FCB.
Cuando en 1987 vendimos nuestra mayoría accionaria a FCB, tanto Maqueda como yo quedamos inhabilitados por cinco años para crear una nueva agencia.
Yo acababa de cumplir 50 años; no tenía edad ni ganas de retirarme; acepté pues el ofrecimiento de Bozell para ocupar la V-P creativa ejecutiva. Bozell terminó fusionándose en el '92 con FCB, el año en que quedé en libertad para fundar mi segunda agencia.
A los seis años de fundar Gibert Publicidad, absorbimos la operación de DDB México y retuve la presidencia y dirección general del negocio hasta finales del 2003, cuando vendí a DDB Worldwide mis acciones y fundé mi tercera agencia. La idea era que GibertQuattro –con el know-how y una participación minoritaria de DDB Worldwide– fuera un segundo enclave de la red en México para allanar conflictos de intereses.
En abril de este 2009, dejamos de operar a raíz de que me diagnosticaron ELA, una enfermedad progresiva e incurable, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig. Preferí cerrar.
NEO: ¿Cómo siente que la creatividad publicitaria ha evolucionado en los pasados 50 años en México?
E.G.: No siento que la creatividad mexicana haya evolucionado. La evolución está en la tecnología. La TV ya no es en blanco y negro. Hay nuevos recursos para la postproducción de comerciales. La digitalización ha producido grandes cambios, mas no en la creatividad.
La creatividad publicitaria mexicana es como una señora vanidosa que, cuando llega a los 50, recurre al rejuvenecimiento artificial ante su falta de imaginación para reinventarse.
¿Qué quiero decir? Nuestra Sra. Creatividad vive dándose sus escapadas reales o virtuales a Brasil y Argentina, con la ilusión de que los excelentes cirujanos plásticos de esos países le hagan una nariz o unas pompis que le den ese look que tantos premios gana en Cannes. Los resultados no pueden ser más patéticos. Somos buenos alquimistas, pero no buenos creativos.
NEO: ¿Qué le falta/sobra al creativo mexicano?
E.G.: Le falta calle y le sobra ghetto.
NEO: ¿Qué piensa de las nuevas tendencias en medios y la facilidad o no de adaptar la creatividad a éstas?
E.G.: Seguimos manejando manías ancestrales. Mi generación adaptaba la banda de sonido del comercial de TV al spot de radio y el fotograma a la cartulina de punto de venta. Ahora la nueva generación de creativos sacraliza al comercial de TV en la web.
A YouTube se suben más de 20 horas de videos cada minuto para que su millardo de visitantes diarios –según datos de X/09– tengan de dónde elegir. ¿No sería bueno que nos fuéramos dando cuenta que el comercial de TV, profesional o casero, empieza a ser una especie en extinción?
NEO: ¿Qué es lo que todo creativo, en su criterio, debería tomar en cuenta para hacer buena publicidad.
E.G.: La clave está en reinventarse. Si no encuentras cómo lograrlo dentro de ti mismo, no lo vas a encontrar en ninguna otra parte. Es algo para lo que no puede haber listas ni fórmulas. Sócrates y Bill Benbach nos dejaron algunos principios, pero los hemos interpretado erróneamente.
Finalmente, es un asunto de inteligencia y la inteligencia siempre será lo que haces cuando no sabes qué hacer.
http://www.terra.com.mx/articulo.aspx?articuloId=885244
DIC/09
Para entrevistar a este brillante Neócrata en Creatividad, Enrique Gibert solicitó la fórmula pregunta-respuesta para cubrir de manera fidedigna y concisa, su recorrido dentro de la publicidad mexicana y sus opiniones respecto de la creatividad actual.
NEO: Breve historia de su carrera como creativo con ascenso a director/dueño de agencias.
E.G.: A lo largo de 13 años, recibí formación en las áreas de Cuentas y Creativa, en Augusto Elías, Kroupensky, Guastella, McCann, D'Arcy y Arellano NCK.
En el '73 inicié con José Maqueda nuestra propia agencia. Pepe, ejecutivo brillante, era un gran administrador. Yo me dediqué de lleno a la Creatividad. El éxito nos llegó pronto.
Al poco tiempo nos convertimos en Maqueda Gibert NCK, conservando una alianza muy beneficiosa con Wells Rich Greene y con Grey, que aún no tenía filial en México. Poco después FCB compró en todo el mundo a NCK y pasó a ser nuestro socio en Maqueda Gibert FCB.
Cuando en 1987 vendimos nuestra mayoría accionaria a FCB, tanto Maqueda como yo quedamos inhabilitados por cinco años para crear una nueva agencia.
Yo acababa de cumplir 50 años; no tenía edad ni ganas de retirarme; acepté pues el ofrecimiento de Bozell para ocupar la V-P creativa ejecutiva. Bozell terminó fusionándose en el '92 con FCB, el año en que quedé en libertad para fundar mi segunda agencia.
A los seis años de fundar Gibert Publicidad, absorbimos la operación de DDB México y retuve la presidencia y dirección general del negocio hasta finales del 2003, cuando vendí a DDB Worldwide mis acciones y fundé mi tercera agencia. La idea era que GibertQuattro –con el know-how y una participación minoritaria de DDB Worldwide– fuera un segundo enclave de la red en México para allanar conflictos de intereses.
En abril de este 2009, dejamos de operar a raíz de que me diagnosticaron ELA, una enfermedad progresiva e incurable, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig. Preferí cerrar.
NEO: ¿Cómo siente que la creatividad publicitaria ha evolucionado en los pasados 50 años en México?
E.G.: No siento que la creatividad mexicana haya evolucionado. La evolución está en la tecnología. La TV ya no es en blanco y negro. Hay nuevos recursos para la postproducción de comerciales. La digitalización ha producido grandes cambios, mas no en la creatividad.
La creatividad publicitaria mexicana es como una señora vanidosa que, cuando llega a los 50, recurre al rejuvenecimiento artificial ante su falta de imaginación para reinventarse.
¿Qué quiero decir? Nuestra Sra. Creatividad vive dándose sus escapadas reales o virtuales a Brasil y Argentina, con la ilusión de que los excelentes cirujanos plásticos de esos países le hagan una nariz o unas pompis que le den ese look que tantos premios gana en Cannes. Los resultados no pueden ser más patéticos. Somos buenos alquimistas, pero no buenos creativos.
NEO: ¿Qué le falta/sobra al creativo mexicano?
E.G.: Le falta calle y le sobra ghetto.
NEO: ¿Qué piensa de las nuevas tendencias en medios y la facilidad o no de adaptar la creatividad a éstas?
E.G.: Seguimos manejando manías ancestrales. Mi generación adaptaba la banda de sonido del comercial de TV al spot de radio y el fotograma a la cartulina de punto de venta. Ahora la nueva generación de creativos sacraliza al comercial de TV en la web.
A YouTube se suben más de 20 horas de videos cada minuto para que su millardo de visitantes diarios –según datos de X/09– tengan de dónde elegir. ¿No sería bueno que nos fuéramos dando cuenta que el comercial de TV, profesional o casero, empieza a ser una especie en extinción?
NEO: ¿Qué es lo que todo creativo, en su criterio, debería tomar en cuenta para hacer buena publicidad.
E.G.: La clave está en reinventarse. Si no encuentras cómo lograrlo dentro de ti mismo, no lo vas a encontrar en ninguna otra parte. Es algo para lo que no puede haber listas ni fórmulas. Sócrates y Bill Benbach nos dejaron algunos principios, pero los hemos interpretado erróneamente.
Finalmente, es un asunto de inteligencia y la inteligencia siempre será lo que haces cuando no sabes qué hacer.
http://www.terra.com.mx/articulo.aspx?articuloId=885244
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