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¿Cómo se mide la sostenibilidad?

Ecologistas, políticos, economistas, especialistas en marketing… todo el mundo habla de la sostenibilidad hoy en día.

El problema es que este término puede tener diversos significados y dar cabida a distintas interpretaciones. Los investigadores agrónomos de la Universidad Técnica de Múnich se propusieron aclarar el asunto: para ello, junto con colegas científicos y profesionales de la agricultura, han estudiado la sostenibilidad en el sector agrario. Gracias a sus investigaciones, este término tan polivalente hoy puede medirse, lo que supone una gran ventaja para agricultores, productores de alimentos y consumidores.

Hoy en día, la sostenibilidad ha ganado trascendencia en todos los sectores económicos, lo que supone un verdadero problema debido a la facilidad con que este término se puede manipular.

La idea básica de la sostenibilidad es no vivir a costa del medioambiente y de las generaciones futuras, sino tener en cuenta el equilibrio entre lo que se extrae y lo que crece. El término nació en la silvicultura y puede reducirse a una sola regla: nunca tales en el bosque más madera de la que puede reponerse.

“Los sistemas renovables son en general muy complejos. Los agricultores que quieren cultivar de forma ecológica necesitan unos fundamentos sólidos”, afirma el Dr. Kurt-Jürgen Hülsbergen de la cátedra de Agricultura Ecológica y Sistemas de Cultivo de la Universidad Técnica de Múnich (TUM). Esta universidad, con la ayuda económica de la organización ecologista alemana Deutschen Bundesstiftung Umwelt (DBU), ha llevado a cabo una investigación mediante la que se ha logrado definir el concepto de sostenibilidad y su aplicación a las empresas agrarias.

El principal objetivo de la investigación era lograr definir el nivel de sostenibilidad de los cultivos mediante una serie de parámetros basados en datos que dispone la empresa, así como la forma de mejorar dicho nivel. La meta era muy ambiciosa: se trataba de mejorar el balance medioambiental de las empresas agrarias sin perjudicar su eficiencia económica ni su eficacia. Para ello, el equipo de investigación desarrolló durante años unos indicadores y modelos que permitieran analizar, valorar y optimizar la sostenibilidad de las empresas agrarias. Porque una agricultura sostenible es buena para todos: cuida los recursos naturales, ahorra energía, minimiza el uso de insecticidas y abonos y colabora con un mundo más saludable a la vez que fomenta empresas más competentes y alimentos más seguros.

Gracias a los nuevos parámetros, los investigadores de la TUM catalogan las empresas agrarias mediante flujos energéticos y de material. “Los métodos exactos nos ayudan a medir la contaminación del aire y de las aguas, las herramientas especiales nos ayudan a descubrir la amenaza de erosión y pérdida de tierras. Los métodos de balance climático y los indicadores de biodiversidad son también parámetros completamente nuevos, fruto de los últimos años de investigación. Gracias a ellos podemos comprender el importante impacto de la agricultura sobre el medioambiente”, afirma Hülsbergen. En colaboración con investigadores agrarios de la Universidad Halle Wittenberg, se integraron los componentes de este modelo a un software. En pruebas prácticas llevadas a cabo en 80 explotaciones agrarias en toda Alemania, el ordenador calculó “empresas virtuales” cuyos datos medioambientales se plasmaron en cifras reales.

Pero una actividad agraria sostenible no solamente implica aplicar ciertas prácticas respetuosas con el medioambiente, sino que se debe encontrar un equilibrio entre éstas y otros aspectos económicos y sociales. Este equilibrio hace que una empresa sea realmente sostenible. Para poder tener en cuenta estos otros factores, la cátedra de economía agrícola de la TUM, junto con el Instituto de Técnicas Agrarias de Potsdam-Bornim, ha desarrollado un segundo conjunto de indicadores. Estos factores tienen en cuenta datos económicos básicos de la empresa tales como las tasas de inversión y ganancias, además de factores sociales como la gestión compartida, la carga de trabajo y los salarios. Gracias a este complemento, el nivel de sostenibilidad de los negocios agrarios puede medirse como conjunto.

La Sociedad Alemana de Economía Agraria, basándose en los resultados científicos, ha creado un sistema de certificación según la normativa europea DIN. Si cumple los requisitos, la empresa auditada recibe el certificado “Economía Agraria Sostenible”. Las empresas productoras de alimentos también utilizan este sistema de indicadores: dos grandes panificadoras alemanas ya han puesto a prueba a sus proveedores de cereales para comprobar el grado de sostenibilidad de los mismos.

Más información:

Certificación Economía Agraria Sostenible
Comunicado de prensa de la universidad TUM (en alemán)
DBU

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