Los conflictos en torno a los proyectos mineros en Cajamarca se han centrado en torno a si la minería genera beneficios para la población. Usualmente la discusión no se basa en estadísticas reconocidas ni históricamente comparables, pese a que existen en abundancia. En esta nota presentaremos cifras que permiten comparar lo ocurrido en Cajamarca con lo ocurrido en el Perú durante los periodos de auge y caída de la producción minera en Cajamarca.
Comencemos con un poco de historia económica. Hasta 1992, Cajamarca tenía un sector minero muy pequeño. La entrada en producción de la mina de oro Yanacocha, en 1993, marca el inicio de una enorme expansión en la producción minera en Cajamarca, expansión que se mantuvo hasta el 2005. Desde entonces, se paralizaron los nuevos proyectos y el volumen de producción minera de Cajamarca, al 2011, ya había caído 42% desde su pico. Tenemos pues 13 años de auge minero seguidos por 7 años de caída. Para suerte de Cajamarca, los primeros años de caída de la producción minera se vieron acompañados de fuertes aumentos en el precio del oro, los cuales compensaron buena parte del efecto negativo (el 2011 los recursos por canon y regalías mineras de la región aumentaron 108%). Pero la caída reciente del precio del oro está llevando a que finalmente se comience a sentir plenamente el impacto negativo de la caída en la producción minera (en el 2012 los recursos por canon y regalías mineras de la región cayeron 35%). El contraste con el periodo de auge es y será notorio.
No hay datos económicos regionales entre 1988 y 2000, pero en 1987, el sector minero representaba sólo el 3.6% de la producción de Cajamarca. Para el 2005 ya representaba el 40%. Entre 1987 y 2005, el producto por habitante de Cajamarca aumentó 65%, mientras que el producto por habitante del Perú aumento en sólo 1%(Cuzco, por ejemplo, tuvo una caída de 9%) (ver gráfico 1). El número de establecimientos de salud en Cajamarca aumentó en 364%, comparado con 104% en el Perú. El número de líneas telefónicas en Cajamarca aumentó en 1,879%, comparado con 413% en el Perú. La mortalidad infantil y el analfabetismo cayeron más en Cajamarca que en el Perú mientras que la población con educación superior aumentó más en Cajamarca que en el Perú. En todos los censos entre 1961 y 1993, Cajamarca mostró siempre un menor nivel y un menor crecimiento que el Perú en cuanto a electrificación, pero entre los censos de 1993 y el 2007, la electrificación en Cajamarca aumentó, por primera vez, significativamente más que en el resto del Perú. Entre los censos de 1993 y 2007, casi coincidente con el periodo de auge minero, el empleo en Cajamarca aumentó 109%, mientras que en el Perú aumentó 62% (ver gráfico 2). Esto pese a que la población de Cajamarca aumentó 12% menos que la población del Perú en el mismo periodo.
Contrastemos estos resultados con lo ocurrido en el periodo de caída de la producción minera. Entre el 2005 y el 2011, las últimas cifras regionales disponibles, el producto por habitante de Cajamarca aumentó en 5% (menos de 1% al año), mientras que en el Perú aumentó 41% (Cuzco creció 71%) (ver gráfico 1). En el mismo periodo, el empleo en la región aumentó 2%, mientras que en el Perú aumentó 17% (ver gráfico 2). Con información más reciente, a abril del 2013, pero sólo para las principales ciudades del Perú, en los últimos cinco años, el empleo en la ciudad de Cajamarca ha caído 4% mientras que en las 20 principales ciudades del Perú el empleo ha aumentado 20%. Si el sector minero, aún el más importante de la región, no recupera su crecimiento, Cajamarca está condenada a una severa, prolongada y creciente recesión.
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