Se denomina deuda externa al dinero que un país debe a otros países o a acreedores externos. De acuerdo a diversos tratadistas económicos, no es tan importante el volumen de la deuda, sino la relación de ella con el Producto Bruto Interno y la misma no debería ser mayor al 40% del PBI.
La deuda externa del Perú es de US$ 36.000 millones y representa el 21,75 % del PBI; la de Chile, US$ 57.000 (9,4%); la de Ecuador, US$ 17.480 (22,1%); la de México, US$ 457.074 (37,5%); la de Colombia, US$ 81.262 (45,9%); y la de Brasil, US$ 577.808 (54,4%).
Si bien es cierto que nuestra deuda externa se encuentra en una situación de manejable, se convierte en una de las más bajas de Latinoamérica con respecto al PBI; lo que se pretende es mejorar su perfil crediticio, a través de la cancelación anticipada de esa deuda, prepagando la deuda cara por una deuda más barata con periodos de repago más extensos; asimismo, buscando reducir la apreciación del sol con el retiro de dólares del mercado local.
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