Un estudio hecho en Estados Unidos reveló que los trabajadores podrían invertir entre 1.5 y 3.2 horas en chismes durante su jornada laboral. Con ello, la productividad se puede reducir hasta en un 75%.
Usted está por empezar una reunión en la oficina y uno de sus compañeros de trabajo comenta en todo misterioso: “¿Saben lo que he escuchado de fulanito?…”. De inmediato, otro menciona que ha escuchado algo parecido, pero trae a colación otra “novedad” sobre el ausente.
Usted siente que no está bien hablar a espaldas de alguien y sabe que las cosas que comentan nada tienen que ver con el objetivo de la reunión. Sin embargo, siente al mismo tiempo gran curiosidad por conocer más. ¿Chismoso yo?
La lengua y no la mente
En la oficina, los chismes suelen verse como una actividad “natural”, siendo más ricos y elaborados que los chismes tradicionales.
Para muchos, los chismes no solo son una forma de entretenerse, sino de ganar la atención, construyendo relaciones e inclusive generando alianzas y confrontaciones entre el personal.
En los chismes de oficina participan por igual hombres y mujeres, centrándose más los hombres en aspectos laborales -como ineptitud, irresponsabilidad o errores- y las mujeres en cuestiones más personales -como el fracaso conyugal de un conocido o su mala paternidad-.
Pérdida
Es evidente que un clima laboral contaminado baja la productividad en los empleados; pero además, cada vez que un empleado esté enfocado en generar chismes, desperdicia su tiempo.
De acuerdo a un estudio del Bureau of Labor Statistics en Estados Unidos, los chismes pueden tomar entre 1.5 a 3.2 horas del día de un empleado. Se indica además que se puede reducir la productividad hasta en un 75%.
“Radio Pasillo”
Cuando el chismoso quiere dar la sensación de tener más poder o de “estar en todas”, genera también rumores sobre aspectos reservados de la empresa, generando gran incertidumbre.
En una encuesta conducida por la consultora ISR entre 16,000 empleados en 104 empresas en EE.UU., el 63% de los encuestados admitió haberse enterado de temas importantes de la empresa por chismes y no por sus respectivos jefes.
En la Grecia antigua, un día Sócrates se encontró con un amigo, quien le comentó emocionado: “Sócrates, ¿sabes lo que acabo de escuchar acerca de uno de tus alumnos?”. “Un momento”, le dijo Sócrates, “¿Estás absolutamente seguro que lo que me dirás es verdad?”. “No,” dijo el hombre, “de hecho, solamente lo sé de oídas.” “Lo que me vas a decir acerca de mi alumno, ¿es algo bueno?”, preguntó Sócrates. “No es muy bueno, Sócrates”. “¿Lo que me vas a decir sobre mi alumno me servirá?”. “No creo”, respondió el hombre, retirándose de inmediato, muy avergonzado.
QUÉ DEBE HACER LA EMPRESA
Claridad en mensajes
Cuando los empleados no tienen suficiente información especulan y generan rumores. La empresa debe ser clara y oportuna en sus comunicaciones
Ejemplaridad
Como directivo, evite involucrarse en chismes, por más inofensivos que le parezcan.
Puertas abiertas
Los jefes deben generar la confianza suficiente para que cuando alguien tenga una inquietud se acerque.
Tolerancia cero
Las empresas tienen que ser muy claras recalcando que los chismes van contra la transparencia, el trabajo en equipo y la confianza.
Uso del tiempo
Fomentemos el buen aprovechamiento del tiempo, porque quienes no mueven las manos, suelen mover más la lengua.
QUÉ DEBE HACER EL TRABAJADOR
Manténgase ocupado
Los chismosos requieren atención y si usted está preocupado por su trabajo, no estará disponible para escuchar “la última” historia.
Buenas vibras
Busque cambiar el foco de la conversación diciendo algo positivo sobre quién es objeto del chisme. El chismoso se sentirá “sin piso”.
Buenas juntas
Es natural que se generen afinidades en el trabajo, pero escoja con cuidado a sus amigos.
Reserva
Trate de mantener su vida personal apartada del trabajo. No confíe información personal con compañeros de trabajo que no conozca mucho y cuide su privacidad en redes sociales
Sea directo
Confronte al chismoso y dígale abiertamente que dicho comportamiento le incomoda a usted y a otros
OTROSÍ DIGO
Un disparo contra el clima laboral
Problemas. Un estudio en EE.UU. de Harris Interactive reveló que el 60% de empleados mencionó al chisme como el principal fastidio en relación al ambiente en la oficina. En México se concluyó que el chisme suele ser el principal factor de desmotivación en los trabajadores.
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