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Prostitución acude al marketing y la publicidad para salir de la crisis

No tomó mucho tiempo para que la crisis financiera mundial afectara la profesión más antigua del mundo en Alemania.

En uno de los pocos países donde la prostitución es legal, e inusualmente transparente, la industria respondió con un plan de estímulo económico propio: modernas herramientas de márketing, descuentos y ardides publicitarios para contrarrestar la caída de la demanda.

Algunos clubes han reducido sus precios o agregaron promociones, mientras otros implementaron tarifas planas. Los traslados gratuitos en autobuses, descuentos para jubilados y taxistas, además de "pases diarios", se encuentran entre las estrategias de márketing para mantener el negocio en pie.

"Los tiempos son difíciles para nosotras también", dijo Karin Ahrens, quien administra el recinto "Yes Sir" en Hanover. La mujer dijo a Reuters que los ingresos habían caído un 30 por ciento en su establecimiento, mientras que en otros clubes la facturación había caído un máximo de 50 por ciento.

"Definitivamente estamos sintiendo la crisis. Los clientes están cortos de dinero. Tienen miedo. Ya no se puede cobrar extras y está el procedimiento de recortar precios. Todo el mundo quiere un descuento. Las promociones especiales son esenciales estos días", agregó.

Alemania tiene aproximadamente 400.000 prostitutas profesionales. Las cifras oficiales no hacen distinción de sexo y se desconoce la cantidad de hombres dedicados a la actividad, pero representan una pequeña fracción del total y son tratados del mismo modo ante la ley.

En el 2002, una nueva ley permitió a las prostitutas promocionar sus servicios e ingresar en contratos laborales formales. Esto les abrió el camino para que obtuvieran seguros de salud, lo que previamente les era negado si consignaban su verdadera profesión.

Las ganancias anuales rondan los 14.000 millones de euros (18.000 millones de dólares), según un cálculo del sindicato de servicios Verdi. Los impuestos a la prostitución son una importante fuente de ingreso para algunas ciudades.
La prostitución también es legal y está regulada en Holanda, Austria, Suiza, Hungría, Grecia, Turquía, en algunas partes de Australia y en el estado de Nevada en Estados Unidos.

En otros países, como en Luxemburgo, Letonia, Dinamarca, Bélgica y Finlandia, la actividad es legal pero no los clubes privados y el proxenetismo.

"SOLUCIONES CREATIVAS"

El "Pussy Club" de Berlín captó la atención de los medios con su atractiva "tarifa plana", una entrada de 70 euros con acceso a comida, bebida y sexo ilimitados entre las 10.00 y las 16.00 horas.

"Estos días debes pensar en soluciones creativas", dijo el gerente del club Stefan, quien pidió que no se revelara su apellido. "Nosotros también estamos sintiendo la crisis, aunque afortunadamente el negocio por ahora ha marchado más o menos bien", agregó.

"Nuestra oferta podría sonar demasiado buena para ser cierta, pero es real. Comes todo lo que quieres, bebes lo que deseas y tienes tanto sexo como gustes", dijo Stefan.

Stefan, quien administra otros recintos en Heidelberg y Wuppertal además del club de Berlín, indicó que la tarifa plana ayudó a mantener a las 30 mujeres que trabajan en cada sucursal.

Otras ideas novedosas usadas incluyen tarjetas de afiliados, sexo grupal y descuentos para jugadores de golf. "GeizHaus", en Hamburgo, está especialmente orgulloso de su precio de descuento de 38,50 euros. La ciudad tiene el barrio rojo más famoso de Alemania, Reeperbahn, en el distrito St. Pauli.

Anke Christiansen, la gerente de "GeizHaus", dijo que los efectos de la crisis estaban claros. "Los clientes asiduos que solían venir dos o tres veces por semana sólo están viniendo una vez por semana" agregó.
Un cliente de "GeizHaus", quien se hizo llamar Pascal, dijo: "Naturalmente todos estamos sintiendo los efectos de la crisis", Agregó que ya no podía costear sus dos o tres visitas semanales.

Guenter Krull, gerente de "FKK Villa" en Hanover, estuvo de acuerdo. "Las muchachas se quejan también, porque el negocio anda mal y me preocupa que todo empeorare", aseveró Krull.

PLANES DE CONTINGENCIA

Ecki Krumeich, gerente del exclusivo Artemis Club en Berlín, declaró que se resistió a la presión de reducir precios, aunque los jubilados y taxistas tienen un descuento del 50 por ciento sobre los 80 euros los domingos y lunes.

"Naturalmente, estamos siguiendo de cerca la situación económica y trazando planes de contingencia", dijo Krumeich, quien dijo que su "club del bienestar" es uno de los más grandes de Europa, con unas 70 trabajadoras sexuales.

"Nuestra filosofía es: dar un buen servicio e incluso durante una recesión hay algunas cosas que la gente no deja de hacer. Otros lugares menos exclusivos pueden estar recortando precios pero nosotros decidimos no hacer eso. De hecho, hemos elevado los precios en 10 euros a partir de enero", agregó.

Stephanie Klee, una prostituta de Berlín y ex líder de la Asociación alemana de trabajadoras sexuales, dijo que aunque unos pocos burdeles de lujo estaban sobrellevando la tormenta gracias a su acaudalada clientela, muchos pasaban dificultades.

"Casi todos están recurriendo a algún modo u otro a la promoción", sostuvo. "Si el negocio de artículos electrónicos de consumo crean descuentos y promociones especiales, ¿por qué no habríamos de hacer lo propio nosotros?", aseveró.

Aunque ella y sus colegas podrían haber tenido cinco o seis clientes al día hace un año, la cifra ha caído a uno o incluso ninguno.
Sin embargo, a Klee le preocupa que la crisis haya dado lugar a una "caída de precios" en algunas ciudades. Las tarifas han bajado hasta en 30 euros en algunas partes de Berlín y otras ciudades, señaló.

"Encontrarás que hay muchos clientes intentando negociar un descuento. Un hombre de 30 años vino y me dijo: 'Perdí mi trabajo, ¿me harías un descuento?'", sostuvo Klee.

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