viernes

Inventor, ¿se nace o se hace?

El Universal

Miércoles 14 de octubre de 2009

Se habla sobre la necesidad imperiosa de innovar y que la innovación es una de las bases para la competitividad y el desarrollo de los países. El Foro Económico Mundial lo considera uno de los 12 pilares para la competitividad.

Personalmente siempre había pensado que innovar estaba dado sólo a personas con una profesión como la de ingeniería o para un científico. Afortunadamente, un buen amigo me comentó que es posible aprender a ser innovador y me prestó un libro que contiene una metodología para esto.

Se trata del libro titulado And Suddenly... The Inventor Appeared (Y de repente… el inventor apareció) de Sr. Genrich Altshuller, de nacionalidad rusa, nacido en el año 1926, quien al ser reconocido por sus habilidades de inventor llegó a ser inspector de Patentes en Moscú y fue ahí, mientras analizaba miles de patentes, que identificó que para inventar algo casi todos seguían prácticamente una serie de pasos.

Como resultado de este análisis creó la teoría TRIZ, siglas que en ruso significan: teoría para resolver problemas de una manera creativa.

Muchos de nosotros pensamos que el ingenio es innato y no puede ser aprendido; sin embargo, esta técnica enseña cómo resolver problemas técnicos y no técnicos, de una manera creativa.

La técnica TRIZ, a muy grandes rasgos, consiste en una serie de métodos que obligan a pensar diferente y así encontrar la solución a algún determinado problema; “hazlo al revés” o “cambia las propiedades físicas de algún elemento” son algunos de esos métodos.

Para ejemplificar estos métodos digamos que el problema es elaborar un chocolate relleno de licor. ¿Cómo piensas que podría solucionarse? La solución es muy sencilla si te enfocas en estos dos métodos: podemos congelar el licor y después cubrirlo de chocolate; con esto estamos cambiando el estado físico del licor (de líquido a sólido) o estaríamos haciéndolo al revés (no tratar de hacer primero el chocolate y luego ponerle el licor).

Y así, existen otros métodos como “hazlo antes” o “pártelo”, que por razones de espacio no puedo describir en este artículo, pero en el libro se muestran 27 métodos para pensar de forma diferente.

Si quieres saber más sobre esta técnica, consulta www.aitriz.org. Esta metodología ha sido enseñada en escuelas de Rusia y de Estados Unidos desde hace varios años y me pregunto si en México enseñan algo parecido. Creo que no, por lo menos a mí nunca.

Si queremos promover la innovación, pienso que se deberían instituir materias como ésta de forma obligatoria en las escuelas secundarias.

En México, nos distinguimos por ser creativos; todos tenemos varios ejemplos de la tan famosa “creatividad del mexicano”. ¿Se pueden imaginar qué pasaría si en lugar de solucionar nuestros problemas de una manera empírica lo hiciéramos con conocimientos sobre una técnica para hacerlo?

Creo que es el momento de dejar de ser un país improvisado, de dejar de usar el método de prueba y error que es muy costoso y aprender de las técnicas que ya existen, por ejemplo esta teoría TRIZ, ¡que se creó desde el año 1945!

Los invito a que analicen el Reporte sobre Competitividad del Foro Económico Mundial de 2008-2009. Ahí podrán comprobar que aún nos falta mucho en el campo de la innovación.

Por ejemplo, en cuanto a la capacidad para innovar estamos en el lugar 67 de 134 países, y en cuanto a la calidad de la educación matemática y de ciencia estamos en el lugar 127 de 134 países.

Tenemos que incrementar los esfuerzos en innovación y en los otros 11 pilares para la competitividad que mide el Foro Económico Mundial. Si lo hacemos, podremos garantizar el crecimiento económico y por lo tanto una prosperidad en el largo plazo.

*Miembro del Comité deCompetitividad, Calidad y TI del IMEF


http://www.eluniversal.com.mx/finanzas/74377.html

No hay comentarios: