En los 94 capítulos anteriores se ha introducido docenas de conceptos. En capítulos siguientes se continuará introduciendo docenas de conceptos que se considera necesario perfilar antes de llegar al núcleo de la hipótesis que se presentará aquí, dado que dicha hipótesis se apoya en todos esos conceptos en mayor o menor medida, y por tanto parece difícil que se pueda entender dicha hipótesis sin un buen conocimiento de esa base previa. Pero en este punto ya se puede ir definiendo con más claridad cuál es el objetivo de este ensayo, y por tanto se va a insistir sobre ello una vez más.
La subjetividad no es lo mismo que la conciencia. La subjetividad consiste en la integración de diversos objetos mentales (conscientes) en un solo objeto mental (también consciente), de tal manera que a partir de cierto umbral de complejidad emergerá (será efectivo) dicho objeto subjetivo con la forma (ilusoria) de un ente único e individual, que como era consciente, lo hará a simple vista en forma de ente consciente, de sujeto consciente, de individuo que se da cuenta de las cosas de manera consciente como sujeto.
Por supuesto que es de lo más intrigante descubrir cómo emerge dicho proceso con entidad única e indivisible, de tal manera que llegue a ser efectivo en la práctica, con un error despreciable, como ente único y subjetivo (el observador consciente y subjetivo, el sujeto consciente), y es tentador tratar de averiguar qué hace posible que el sujeto consciente emerja, o no, dependiendo de lo que ocurra, o no, en el cerebro. Y esto es lo que se investiga aquí.
Es decir, que no sólo se tratará aquí de dar explicación a cuál debería ser el correlato neural implicado en el hecho de la emergencia de la propiedad de la subjetividad en el seno del proceso físico conocido como mente consciente, sino que además se tratará de entender cómo es posible que el que haya un correlato neural peculiar y el hecho de cruzar un umbral de emergencia de la subjetividad tenga sentido como la efectiva experiencia personal y patente de ser un sujeto consciente de la realidad, que es lo que cada persona percibe como experiencia propia.
De modo que no sólo se apuntará cuál debería ser ese hipotético correlato neural necesario para el gran prodigio de ser una persona capaz de ser consciente de la realidad como individuo, sino que además se razonará cómo dicho correlato, y no otro, le daría sentido a lo que ocurre, a este cambio de escala en el sistema que tiene que ver con que una multiplicidad de neuronas interaccionando a escala microscópica se “convierta” a escala macroscópica confinada (a simple vista) en un sujeto único e individual para el cual la presencia de la realidad es patente de manera consciente.
http://aigoloisiforuen.blogspot.com/2009/10/95-objetivo-de-este-ensayo.html
La subjetividad no es lo mismo que la conciencia. La subjetividad consiste en la integración de diversos objetos mentales (conscientes) en un solo objeto mental (también consciente), de tal manera que a partir de cierto umbral de complejidad emergerá (será efectivo) dicho objeto subjetivo con la forma (ilusoria) de un ente único e individual, que como era consciente, lo hará a simple vista en forma de ente consciente, de sujeto consciente, de individuo que se da cuenta de las cosas de manera consciente como sujeto.
Por supuesto que es de lo más intrigante descubrir cómo emerge dicho proceso con entidad única e indivisible, de tal manera que llegue a ser efectivo en la práctica, con un error despreciable, como ente único y subjetivo (el observador consciente y subjetivo, el sujeto consciente), y es tentador tratar de averiguar qué hace posible que el sujeto consciente emerja, o no, dependiendo de lo que ocurra, o no, en el cerebro. Y esto es lo que se investiga aquí.
Es decir, que no sólo se tratará aquí de dar explicación a cuál debería ser el correlato neural implicado en el hecho de la emergencia de la propiedad de la subjetividad en el seno del proceso físico conocido como mente consciente, sino que además se tratará de entender cómo es posible que el que haya un correlato neural peculiar y el hecho de cruzar un umbral de emergencia de la subjetividad tenga sentido como la efectiva experiencia personal y patente de ser un sujeto consciente de la realidad, que es lo que cada persona percibe como experiencia propia.
De modo que no sólo se apuntará cuál debería ser ese hipotético correlato neural necesario para el gran prodigio de ser una persona capaz de ser consciente de la realidad como individuo, sino que además se razonará cómo dicho correlato, y no otro, le daría sentido a lo que ocurre, a este cambio de escala en el sistema que tiene que ver con que una multiplicidad de neuronas interaccionando a escala microscópica se “convierta” a escala macroscópica confinada (a simple vista) en un sujeto único e individual para el cual la presencia de la realidad es patente de manera consciente.
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