Un mito común es que el elemento clave de todo proyecto, de vida o negocios, es la chispa de genialidad; no quiero restar importancia a ese momento mágico de ideas brillantes, sin embargo en el transcurso del tiempo he escuchado grandes inspiraciones que nunca se hacen realidad.
Me atrevería a afirmar que escucho una idea genial al menos una vez al mes, y de todas ellas no he visto ejecutadas ni el 10%.
Mi experiencia formulando planes de negocio, me muestra que existen dos tipos de momentos:
El de sentarse en un café y comer torta mientras se conversa sobre la genialidad de la idea, haciendo tormentas de ideas que forjan una ruta a seguir.
El de las 3:30am cuando luego de 22 horas consecutivas de trabajo continúas estimando flujos de caja mes a mes.
El problema es, que mientras más pasa el tiempo, y la idea se va convirtiendo en proyecto, los momentos de tipo 1 se van reduciendo hasta ser extremadamente raros, y los de tipo 2 van aumentando hasta ser demasiado comunes.
La glorificación de la “idea” hace pensar que cumplido ese paso todo es cuesta abajo, y no estamos preparados para la cantidad de trabajo necesaria para llevar un proyecto a concreción exitosa.
Pero… que divertido es el proceso, y… que gratificante el resultado.
La sensación de tomar las riendas y ser indetenible, el demostrar que no hay problema que no pueda ser resuelto, el sentirse como el diluvio fluyendo entre las montañas, el llevar una idea a la realidad; son una de las mayores satisfacciones que nos puede dar la vida.
Sea un negocio, el columpio en el patio, el vestido que siempre quiso coser o la empresa que siempre quiso abrir: Siéntese sin miedo a formular su idea de proyecto y asuma desde un principio que es un camino largo y lleno de sorpresas. Así, cuando el nivel de esfuerzo necesario aumente, lo haga por igual su voluntad para ser indetenible.
A la hora de una inyección de realidad a su idea, y para nuestros lectores más recientes, recomiendo leer los artículos:
Sueños en movimiento: como establecer una M.E.T.A. realizable
Sueños en movimiento: pasando de la M.E.T.A. a la acción
Sueños en movimiento: definiendo acciones
Quienes ya tienen su M.E.T.A. establecida, es hora de formular un modelo de negocios. Insisto en que esto se puede aplicar para cualquier impulso, ya sea personal o laboral, pues un poco de estructura beneficia a cualquier esfuerzo.
La semana que viene, explicaré cómo armar el modelo de negocios al cual me referí, utilizando algunas de las nuevas tendencias en esta materia, las mismas que utilizamos para nuestro proyecto en www.moonmentum.com, cuyo lanzamiento es el 29 de Septiembre.
En el ínterin, el espacio de comentarios está, como siempre, abierto y me encantaría escuchar de ustedes sus dudas e inquietudes sobre la materia.
http://www.moonmentum.com/blog/navio/sonar-no-cuesta-nada/#more-6927
Me atrevería a afirmar que escucho una idea genial al menos una vez al mes, y de todas ellas no he visto ejecutadas ni el 10%.
Mi experiencia formulando planes de negocio, me muestra que existen dos tipos de momentos:
El de sentarse en un café y comer torta mientras se conversa sobre la genialidad de la idea, haciendo tormentas de ideas que forjan una ruta a seguir.
El de las 3:30am cuando luego de 22 horas consecutivas de trabajo continúas estimando flujos de caja mes a mes.
El problema es, que mientras más pasa el tiempo, y la idea se va convirtiendo en proyecto, los momentos de tipo 1 se van reduciendo hasta ser extremadamente raros, y los de tipo 2 van aumentando hasta ser demasiado comunes.
La glorificación de la “idea” hace pensar que cumplido ese paso todo es cuesta abajo, y no estamos preparados para la cantidad de trabajo necesaria para llevar un proyecto a concreción exitosa.
Pero… que divertido es el proceso, y… que gratificante el resultado.
La sensación de tomar las riendas y ser indetenible, el demostrar que no hay problema que no pueda ser resuelto, el sentirse como el diluvio fluyendo entre las montañas, el llevar una idea a la realidad; son una de las mayores satisfacciones que nos puede dar la vida.
Sea un negocio, el columpio en el patio, el vestido que siempre quiso coser o la empresa que siempre quiso abrir: Siéntese sin miedo a formular su idea de proyecto y asuma desde un principio que es un camino largo y lleno de sorpresas. Así, cuando el nivel de esfuerzo necesario aumente, lo haga por igual su voluntad para ser indetenible.
A la hora de una inyección de realidad a su idea, y para nuestros lectores más recientes, recomiendo leer los artículos:
Sueños en movimiento: como establecer una M.E.T.A. realizable
Sueños en movimiento: pasando de la M.E.T.A. a la acción
Sueños en movimiento: definiendo acciones
Quienes ya tienen su M.E.T.A. establecida, es hora de formular un modelo de negocios. Insisto en que esto se puede aplicar para cualquier impulso, ya sea personal o laboral, pues un poco de estructura beneficia a cualquier esfuerzo.
La semana que viene, explicaré cómo armar el modelo de negocios al cual me referí, utilizando algunas de las nuevas tendencias en esta materia, las mismas que utilizamos para nuestro proyecto en www.moonmentum.com, cuyo lanzamiento es el 29 de Septiembre.
En el ínterin, el espacio de comentarios está, como siempre, abierto y me encantaría escuchar de ustedes sus dudas e inquietudes sobre la materia.
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