Sistemas interactivos en puntos de venta benefician al anunciante y consumidor
La mayoría de clientes decide si va a comprar o no, desde la ventana de la tienda”, asegura Doan Picó, dueño de la zapatería Gaia en Multiplaza de Escazú.
Su aseveración podría ser más certera que nunca desde hace dos semanas, cuando instaló en el ventanal de su tienda una filmina digital que lo convirtió en un monitor táctil.
La tecnología creada por i-Interact es una lámina que se adhiere a cualquier vidrio o plástico. En esta se proyecta una interfaz que contiene información sobre la zapatería, la descripción de los productos que vende y juegos con los que el cliente puede interactuar.
Ni Picó, ni las agencias de publicidad con las que conversó EF, han visto este tipo de medios de promoción en Costa Rica.
Se trata de publicidad interactiva en el punto de venta, un tipo de publicidad no invasiva con la cual el cliente interactúa y se informa de los productos que le interesan.
Las ventanas interactivas son una muestra de esta tecnología pero existen otras, como pantallas de niebla, alfombras y hologramas.
A la interacción visual se le pueden añadir recursos sonoros e, incluso, i-Interact desarrolló un software para que el consumidor pueda ingresar su número de celular y recibir información desde la pantalla multitáctil a su móvil.
En todos los casos son sistemas fáciles de instalar, que no requieren grandes acondicionamientos en los lugares donde se ubican.
Beneficios tripartitos
Quienes se benefician de este tipo de publicidad son tres: el dueño de la tienda que posee el soporte, el anunciante que paute en él y el consumidor.
Para este último, la principal ventaja es que puede tomar control de lo que quiere ver.
En opinión de Roberto Innecken, de Planeamiento Estratégico de Tribu, este tipo de tecnología es una nueva forma de conectar al cliente con su marca favorita y facilitarle la comunicación con el producto.
Además, puede ver todo el contenido de la tienda sin tener que entrar al comercio.
Para el anunciante, la ventaja de este tipo de publicidad es que despierta la curiosidad del consumidor y genera una experiencia sensorial más intensa que la que ofrecen los soportes publicitarios tradicionales.
Así, se refuerza el recuerdo de la acción publicitaria y se estimula la publicidad boca a boca.
Adicionalmente, al ser publicidad colocada en el punto de venta, le asegura al anunciante que será vista justamente por su público meta.
Otra ventaja es que este tipo de soportes pueden registrar información estadística de los clientes con los que interactúan.
Así, los anunciantes y los dueños de las tiendas pueden saber más sobre el consumidor, entender el tipo de información que le interesa y atenderlo mejor.
Tanto el gerente de Media Gurú, Francisco Correa, como Innecken consideran que la tecnología puede funcionar para cualquier producto o marca, en especial en sitios de alto tráfico.
Coincidenen que este tipo de publicidad puede tener un efecto muy positivo en los lanzamientos de productos.
La tercera parte beneficiada de este tipo de soportes publicitarios son los comerciantes.
“Este tipo de publicidad trae más tránsito a la tienda y hace que uno se diferencie de la competencia con algo innovador”, asegura Picó, dueño de la zapatería Gaia.
Su tienda es parte de un plan piloto que la empresa i-Interact está implementando en seis países latinoamericanos para conocer la reacción del público ante su tecnología interactiva.
Por ahora, los proveedores de los productos que se anuncian en Gaia no pagan la pauta.
No obstante, el esquema que propone i-Interact es recibir parte de la ganancia que la tienda obtenga de la publicidad.
En todo caso, el comercio no dejaría de recibir ingresos que, a fin de cuentas, le permitirían recuperar los $1.000 o $1.500 que puede costarle la filmina digital.
Este tipo de tecnología es algo nuevo en los países en desarrollado, pero Correa e Innecken consideran que poco a poco irá incursionando, conforme los consumidores pierdan el miedo y se acostumbren a ese tipo de interacción.
“El movimiento y la interactividad aún no ha llegado a las vallas y exteriores publicitarios. Cuando eso ocurra, y los demás vean el impacto, muchos querrán entrar al negocio”, aseguró Correa.
http://www.elfinancierocr.com/ef_archivo/2009/diciembre/06/tecnologia2170919.html
La mayoría de clientes decide si va a comprar o no, desde la ventana de la tienda”, asegura Doan Picó, dueño de la zapatería Gaia en Multiplaza de Escazú.
Su aseveración podría ser más certera que nunca desde hace dos semanas, cuando instaló en el ventanal de su tienda una filmina digital que lo convirtió en un monitor táctil.
La tecnología creada por i-Interact es una lámina que se adhiere a cualquier vidrio o plástico. En esta se proyecta una interfaz que contiene información sobre la zapatería, la descripción de los productos que vende y juegos con los que el cliente puede interactuar.
Ni Picó, ni las agencias de publicidad con las que conversó EF, han visto este tipo de medios de promoción en Costa Rica.
Se trata de publicidad interactiva en el punto de venta, un tipo de publicidad no invasiva con la cual el cliente interactúa y se informa de los productos que le interesan.
Las ventanas interactivas son una muestra de esta tecnología pero existen otras, como pantallas de niebla, alfombras y hologramas.
A la interacción visual se le pueden añadir recursos sonoros e, incluso, i-Interact desarrolló un software para que el consumidor pueda ingresar su número de celular y recibir información desde la pantalla multitáctil a su móvil.
En todos los casos son sistemas fáciles de instalar, que no requieren grandes acondicionamientos en los lugares donde se ubican.
Beneficios tripartitos
Quienes se benefician de este tipo de publicidad son tres: el dueño de la tienda que posee el soporte, el anunciante que paute en él y el consumidor.
Para este último, la principal ventaja es que puede tomar control de lo que quiere ver.
En opinión de Roberto Innecken, de Planeamiento Estratégico de Tribu, este tipo de tecnología es una nueva forma de conectar al cliente con su marca favorita y facilitarle la comunicación con el producto.
Además, puede ver todo el contenido de la tienda sin tener que entrar al comercio.
Para el anunciante, la ventaja de este tipo de publicidad es que despierta la curiosidad del consumidor y genera una experiencia sensorial más intensa que la que ofrecen los soportes publicitarios tradicionales.
Así, se refuerza el recuerdo de la acción publicitaria y se estimula la publicidad boca a boca.
Adicionalmente, al ser publicidad colocada en el punto de venta, le asegura al anunciante que será vista justamente por su público meta.
Otra ventaja es que este tipo de soportes pueden registrar información estadística de los clientes con los que interactúan.
Así, los anunciantes y los dueños de las tiendas pueden saber más sobre el consumidor, entender el tipo de información que le interesa y atenderlo mejor.
Tanto el gerente de Media Gurú, Francisco Correa, como Innecken consideran que la tecnología puede funcionar para cualquier producto o marca, en especial en sitios de alto tráfico.
Coincidenen que este tipo de publicidad puede tener un efecto muy positivo en los lanzamientos de productos.
La tercera parte beneficiada de este tipo de soportes publicitarios son los comerciantes.
“Este tipo de publicidad trae más tránsito a la tienda y hace que uno se diferencie de la competencia con algo innovador”, asegura Picó, dueño de la zapatería Gaia.
Su tienda es parte de un plan piloto que la empresa i-Interact está implementando en seis países latinoamericanos para conocer la reacción del público ante su tecnología interactiva.
Por ahora, los proveedores de los productos que se anuncian en Gaia no pagan la pauta.
No obstante, el esquema que propone i-Interact es recibir parte de la ganancia que la tienda obtenga de la publicidad.
En todo caso, el comercio no dejaría de recibir ingresos que, a fin de cuentas, le permitirían recuperar los $1.000 o $1.500 que puede costarle la filmina digital.
Este tipo de tecnología es algo nuevo en los países en desarrollado, pero Correa e Innecken consideran que poco a poco irá incursionando, conforme los consumidores pierdan el miedo y se acostumbren a ese tipo de interacción.
“El movimiento y la interactividad aún no ha llegado a las vallas y exteriores publicitarios. Cuando eso ocurra, y los demás vean el impacto, muchos querrán entrar al negocio”, aseguró Correa.
http://www.elfinancierocr.com/ef_archivo/2009/diciembre/06/tecnologia2170919.html
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