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El NOSOTROS una red de vínculos + interrelaciones

El NOSOTROS una red de vínculos + interrelaciones
Una reflexión para equipos desde Avatar, la película (3)

Los na´vi, la raza de Pandora en la película Avatar, unen su cabello con la crin de su caballo y su ave, lo que genera un vínculo, el “sajelo”, entre ambos seres que se rompe con la muerte.
Igual hacen con el árbol sagrado, una analogía a la madre tierra; al unirse con el árbol pueden escuchar sus voces y aprender de sus ancestros.
La defensa de este árbol ante la amenaza humana es que la naturaleza de Pandora y los na’vi están unidos en una “red electró-química”, una red de flujo de energía, un mundo sistémico: al eliminar un elemento, los demás se afectan.
La película coloca con matices de leyenda dos conceptos claves del pensamiento humano: el pensamiento sistémico y nuestra relación ecológica con la naturaleza.

Pensar sistémico
Un sistema es una red interconectada de elementos, que integrados como en una unidad es a su vez un elemento de una unidad mayor; afectado un elemento, se afecta la unidad y el todo; las características de un sistema se manifiestan cuando el sistema ”cobra vida”, es decir, descomponiendo el sistema no pueden aprovecharse o reproducirse esas características.
En nuestro interés de los equipos de trabajo, asumir al equipo, y a la organización como un sistema es una de las principales dificultades en para el desarrollo y el cambio; planteado en un lenguaje positivo, el cambio requiere asumirnos como un sistema.
He conocido varias experiencias empresariales que “pelean” consigo mismos por esa razón: es fácil el ejemplo de que las personas de mercadeo no entienden a los de producción y viceversa para ilustrar lo sistémico – no confundir con sistemático. Por eso, los problemas no se solucionan mientras se trabaje desde “compartimientos estancos”, cada uno con su responsabilidad y con límites muy marcados.
Otra situación común no sistémica es pensar que al retirar a una persona, el equipo de sufre; o que al castigar a un individuo no afecta a los demás. En estos dos ejemplos, el aspecto humano entre en juego.
Entender otras “reglas” sistémicas son relevantes: el concepto de acción-consecuencia: todo lo que hago tiene un efecto, que golpea a todos; esos efectos pueden surgir a lo largo del tiempo, lo que dificulta “ver” las posibles consecuencias, pues tendemos a pensar linealmente, es decir, acción-efecto inmediato; y las relaciones entre causas-efectos, o arquetipos, pues se han encontrado varias “ciclos” de causa-efecto, que cuando se entienden permiten analizar una situación y definir una “palanca” donde iniciar el “tsunami” del cambio.
¿Cómo llevamos esos a la relación jefe-equipo e la de individuo-equipo?
Algunas opciones:
1. Crear el “sajelo”, el vínculo: es lo emocional, es el sentido de quiénes somos, qué compartimos, en qué creemos. Es la primera meta de los equipos, y del jefe-líder: la inclusión, crear identidad y pertenencia.
2. Fortalecer relaciones: aprender a conocernos y reconocernos; eso de calidad de tiempo vs cantidad funciona mejor cuando se comparten experiencias que tienen sentido para todos y que generan nuevos sentidos, es decir, fortalecer los vínculos.
3. Comprender el rol de cada uno en el equipo, respetarlo y valorarlo: más que personas, la fuerza del equipo está en los roles y las relaciones entre las personas. Por ejemplo, alguien puede ser el vendedor de menor habilidad pero su motivación imprime ganas a los demás, lo que lo hace requerido por todos para mantenerse unidos; a esa persona sola, separada de los demás, no se le puede “ver” su capacidad motivadora (recuerda, las características del sistema se aprecian cuando “se mueve”); si ese vendedor hace parte de otro grupo, es posible que no ejerza ese rol; por eso, hay que apreciar más que a la persona, el rol y la interrelación existente en el equipo o la organización.
4. Estudiar las situaciones o momentos (prefiero estos términos que son neutrales, al de problema, que connota dificultad, lo cual influencia de manera negativa a la mente; y no confundir con el “situation” inglés, que implica problema: “we have a situation” dice el portador de malas noticias). Al estudiar los momentos debemos apreciar el presente como un efecto o consecuencia de acciones pasadas; eso nos ayuda a entender el error para superarlo: ese error puede ser una acción repetida (sistemática) a la cual no hemos dado importancia o no hemos evaluado su influencia; puede ser una acción que vemos aislada y no integrada con otras acciones.
5. Al hacer el análisis sistémico, podemos comprender las interrelaciones con otras personas o con otros grupos; así, podemos “ver” las fuerzas positivas y negativas, es decir, las que ayudan a facilitar las metas y las que limitan su logro.
6. Esta forma de estudiar el momento nos permite “ver” el futuro: ¿cómo lo que hagamos hoy nos afectará mañana? ¿a quién afectará y cómo lo que hagamos hoy? Por consiguiente, decidir será más preciso, más equilibrado, más integral e integrador.
7. Todos ponen. Cuando se decide llegar a una meta y se traza el plan de acción, es valioso que todos pongan: primero, porque ya entendemos que desde lo sistémico, todos aportan; y que si a todos afecta, entonces, con mayor razón todos aportan. Además, eso refuerza el vínculo y las interrelaciones; Además, facilita trabajar las otras dos dimensiones de los equipos interrelacionados, poder y afiliación (+inclusión). Por último, el “yo aporto + todos aportamos” promueve la responsabilidad y la co-responsabilidad.
Ser sistémico empieza por modificar nuestro sistema de creencias, nuestro conjunto de pensamientos y valores; es abandonar lo lineal, los cuartos separados, para apreciar la vida de una manera diferente. No es que el mundo se vuelva sistémico, es que nosotros cambiamos la forma de “ver, sentir, escuchar, pensar y hablar” del mundo.
Pensar y actuar de manera sistémica nos ayudará con dos “fuerzas de liderazgo”: el pensamiento estratégico y el pensamiento creativo + lateral.
Consideramos que “ser estratégico” es aplicar estrategias, más ser estratégico es pensar, sentir y actuar de manera estratégica; lo primero es cosa de aplicar unas reglas y métodos y lo segundo es cosa de modificar nuestra forma de apreciar la vida. Igual con lo creativo y lo sistémico.
Entonces, mi invitación es a sentir el “sajelo”, a ser parte de él, del flujo de energía que crea el “nosotros”, el concepto más sistémico que puede haber, que en nuestro caso se llama equipo.


http://jefesyequipos.blogspot.com/2010/01/el-nosotros-una-red-de-vinculos.html

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