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Cómo Presupuestar Servicios Profesionales

Sacar costos no debiera ser una tarea complicada, al menos en toería, para las personas que producen o comercializan productos.

Para las empresas de servicios, la estimación de costos se vuelve un poco más complicada pues prácticamente todos son costos fijos.

Para los pequeños profesionales que trabajamos en forma independiente, fijar los precios de nuestros servicios es toda una pesadilla y en una gran cantidad de casos, se termina recurriendo al “masomenómetro” o, como muchos dicen, a la cara del cliente lo que, por supuesto, es muy peligroso.

Como NO Sacar Costos
Veamos un caso de "masomenómetro": Algunos profesionales hacen un cálculo rápido del costo de los materiales necesarios para realizar una tarea y le aplican un coeficiente para tener el costo total, incluyendo sus servicios.

Pongamos por ejemplo el caso de un diseñador que debe producir un folleto para su cliente, entonces suma los costos de impresión, pre-impresión (películas), fotografía y le agrega un 100% o el porcentaje que sea.

Este sistema, bastante popular en algunos lugares, es poco preciso y peligroso para la salud financiera de nuestro emprendimiento. Pero lo más importante, decir que yo recargo un 100 o un 200% sobre los costos de producción no me dice realmente nada: ¿cubro mi propio trabajo? ¿me alcanza para pagar los impuestos? ¿me deje un beneficio y cuánto?

El "masomenómetro" es útil únicamente para hacerse una idea rápida de un trabajo, pero nada más, resista la tentación o la urgencia de un cliente por pasarle un presupuesto en el momento. Pero además, conocer esa relación entre costos de producción y trabajo profesional requiere tener una gran experiencia, haber llevado datos durante bastante tiempo, realizar continuamente minuciosas comparaciones que permitan chequear si esas relaciones siguen vigentes.

Además, no sirve en el caso en el que el servicio a prestar sea, por ejemplo, una asesoría, donde los únicos elementos en juego son mano de obra intelectual. Sin embargo es posible adoptar una metodología sencilla que nos permita evaluar el costo de nuestros servicios. Sin desconocer que el precio de un producto o servicio es una cuestión de percepción, es imprescindible determinar primero nuestros costos para luego, marketing mediante, definir un precio.

Hace ya muchos años, a partir de un artículo publicado en la revista de diseño Step by Step, comencé a esbozar un esquema para presupuestar trabajos de diseño que creo puede ser útil a muchos profesionales de esa y otras disciplinas. Una vez por mes le dedicaba un rato a revisar la metodología y a introducir los ajustes necesarios. Soy conciente que este sistema es muy rudimentario para un contador, pero es un inicio para quien le preocupa el tema y por supuesto, es perfectamente adaptable, ajustable y mejorable.

Los que brindamos servicios profesionales, básicamente facturamos horas de trabajo especializado, somos trabajadores del conocimiento y lo primero que debemos estimar es cuál es el costo de nuestra hora de trabajo, aunque no facturemos al cliente por hora.

Determinar el Costo de la Hora de Trabajo
La forma más sencilla es saber cuál es el salario de una persona que realiza el mismo trabajo en una empresa. Aunque usted nunca haya trabajado en relación de dependencia, ese dato es fácil de averiguar.

Una vez que sabemos el salario anual, lo dividimos por 52 (la cantidad de semanas que hay en un año) y tenemos el salario semanal. Luego dividimos esa cifra por 40 (la cantidad de horas laborables en una semana) y tenemos la primera aproximación de lo que cobra por hora una persona que hace el mismo trabajo y está en relación de dependencia. Ahora debemos multiplicar ese costo horario por un factor de 2,5 a 3 (lo importante es tener un factor de corrección potable y luego ir ajustándolo) y tenemos nuestro costo horario.

El motivo de utilizar un factor es porque la persona que trabaja por su cuenta tiene otros gastos que cubrir que no existen para quien recibe un salario mensual: seguros de negocio, seguridad social, renta de una oficina (si trabaja en su casa deberá asignar un % de los gastos de mantenimiento a su actividad), luz, gas, teléfono, tiempos muertos y también tiempos no facturables como el que dedica a promover sus servicio, a la administración del mismo, etc. Por supuesto que los beneficios también deben entrar en esta ecuación.

Competitividad
Ahora necesita verificar que estos números le permitirán operar competitivamente en su mercado. Usted necesita averiguar el precio de mercado de sus servicios. Converse con colegas de confianza, pregunte en su asociación profesional, las asociaciones profesionales suelen editar una guía de honorarios y algunas asociaciones hasta regulan los honorarios de sus miembros; muchas veces los clientes comentan lo que le presupuestaron o pagaron por un trabajo similar; muévase, investigue.

Ahora que ya tiene un rango de precios ¿cómo se comparan con la tarifa horaria que calculó? ¿En qué parte de la escala puede ubicar sus servicios? Si tiene experiencia es una cosa, mientras que si recién comienza con este emprendimiento deberá conformarse momentáneamente con cobrar menos.

Calculando los Gastos
Ahora que tiene una primera aproximación, debe verificar que su tarifa horaria cubre los gastos. Para ello tiene que hacer dos cálculos más: sus gastos generales anuales y las horas facturables que tiene en una semana promedio.

Por gastos generales tiene que consideran todos los gastos en los que tendrá que incurrir para llevar adelante su trabajo: alquiler de una oficina, luz, gas, teléfono, seguros, seguro de retiro o jubilación, insumos de oficina, papelería comercial, membresías, etc.

Horas facturables, si no sabe cuantas horas facturables le permite su actividad lleve un calendario semanal. Es importante anotar cada trabajo que realiza, ya sea que este trabajando en forma directa en un proyecto determinado, como el tiempo que le llevan los llamados telefónicos, la administración, etc.

De esta forma, en un par de meses usted tendrá un panorama claro de la forma en que administra su tiempo y seguramente no sólo podrá hacer correcciones, sino que podrá verificar si ese proyecto que pensó que le iba a demandar 20 hs, le demandó 20 o 40 hs y los motivos por los que ocurrió. Esto la va a ayudar a auto adminiitrarse, a la vez que le irá dando confianza en la evaluación de los tiempos requeridos para cada tipo de proyecto.

Un ejemplo
Supongamos que en una empresa, la persona que hace su trabajo gana $12/hr. Si aplicamos 2,5 como coeficiente de corrección, tenemos: 12x2,5= $30 (tarifa horaria).

Ahora supongamos que después de listar todos sus gastos resulta que tiene un gasto anual de $16,000 y, después de analizar sus tiempos de trabajo, encuentra que tiene solo 25 horas semanales que son directamente facturables. Esto significa que usted tiene 1,250 horas facturables por año = 25 hs semanales x50 semanas (dejando 2 semanas para vacaciones, este número es por supuesto ajustable a lo que usted realmente se toma).

Entonces si dividimos 16,000 (nuestros gastos anuales) por 1,250 (nuestras horas facturables) tenemos que necesita hacer $12,80 /hr sólo para pagar los costos indirectos.

Si a eso le suma los $12 de su trabajo, tenemos $24,80; con lo que le quedan $5,20 de beneficio, es decir, un 17,5%. ¿Es el porcentaje de beneficio habitual en su rama de actividad?

Si un trabajo en particular demanda gastos extras tanto sea insumos como contratar a un ayudante, puede pasárselos directamente al cliente o en forma indirecta ajustando su tarifa horaria, pero no deje de considerarlo, pues en caso contrario, esos costos extras le “comerán” toda la rentabilidad. Y sin rentabilidad, usted no podrá crecer. Este es un concepto que mucha gente que comienza un emprendimiento propio no tiene en cuenta: para hacer un presupuesto usted debe tener en cuanta: los gastos fijos de este proyecto, un % de los gastos indirectos, su mano de obra y el beneficio o ganancia sobre su propio trabajo.

Este es un esquema muy simplificado de costos, falta considerar los impuestos, pero es un buen punto de partida si está considerando dejar su trabajo actual y comenzar algo por cuenta propia. No olvide que lo mejor es utilizar un software como Excell que le permitirán hacer rápidamente los cálculos, analizar que pasa si sube un item o baja otro, eso es extremadamente útil.




http://mujeresdeempresa.com/negocios/negocios051001.shtml

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