Entre anuncio comercial y anuncio comercial, los devoradores de publicidad aplauden y festejan con el entusiasmo de quien vive en directo una hazaña olímpica. El auditorio principal del Complejo Cultural Universitario, con más de 3 mil personas en su interior, está de fiesta: 400 comerciales, 40 países, cinco continentes reunidos para un proyección de cinco horas denominada "La noche de los publívoros", un espectáculo visual surgido en Francia en 1981 y avecindado en México desde 1997, que por segunda vez se celebra en la Angelópolis.
A varios kilómetros de distancia, en el balneario "El Cristo" de San Pedro Cholula, casi dos mil personas disfrutan de un festival musical hasta las primeras horas del domingo primero de marzo. El cartel anuncia la presentación estelar de la agrupación australiana Cut Copy y algunos DJ’s nacionales que han destacado en la escena internacional: la quinta edición del "MX Beat", y la cuarta en territorio poblano, tuvo un costo por persona de 150 pesos y los boletos volaron con un mes de anticipación.
Doce horas después de los "publívoros", en el diamante del parque "Hermanos Serdán", la selección cubana de béisbol sostendrá su segundo juego de exhibición en la capital poblana, ahora contra los Pericos de Puebla, quienes bajo el mando de Alfonso "Houston" Jiménez buscarán revivir las glorias que de a poco pueden contarse entre los amantes del "Rey de los Deportes" a nivel local.
Lentamente, las gradas se ocupan hasta convertirse en excelente entrada para un duelo amistoso: más de tres mil poblanos se mostrarán incrédulos cuando la novena verde se vaya adelante en la pizarra al son de cuatro carreras contra cero. Sin duda el resultado, hasta la tercera entrada, será sorpresivo porque se juega contra el subcampeón olímpico y mundial, Cuba, el indiscutible candidato a coronarse en el próximo Clásico Mundial de Béisbol que arranca este siete de marzo en el Foro Sol del Distrito Federal.
En días de crisis económica y recesión internacional, cuando el dólar en México ha pasado la barrera de los 15 pesos, los escenarios para el entretenimiento en la capital poblana lucen pletóricos desde taquilla. De hecho, el platillo principal de fin de semana se vivirá entre los aficionados al futbol, cuando más de 40 mil personas reunidas en el estadio Cuauhtémoc verán cómo el Puebla de la Franja sumará un punto más, ahora ante los Rojinegros del Atlas, en su lucha por no descender a la Primera División "a".
De Francia a Japón, de Estados Unidos a Tailandia, de México a la República Checa, los "devoradores de publicidad" disfrutan una larga sesión de comerciales para la cual desembolsaron entre 200 y 350 pesos; muy probablemente estudian menesteres ligados con diseño gráfico, marketing, comunicación: "aquí participan países de cinco continentes con lo mejor de su publicidad convertida en arte y reflejo de su cultura, seleccionados por su trabajo creativo, artístico y estético, o bien por ser los más divertidos, sexys, hasta los peores realizados".
re patrocinadores, edecanes de vestido largo, actores disfrazados para la fotografía y música de finales del siglo XX tildada como "Tech House", el lobby del CCU es insuficiente para los asistentes que salen y entran al auditorio entre bloques de una hora con 15 minutos. En caso de incendio la tragedia sería descomunal, y ni hablar de un temblorcito de tierra. Al primer intermedio aquello parece la CAPU en Semana Santa: hay quien muere por una cerveza pero no hay. Los más fiesteros podrán consolarse con un buen Bacardí a cambio de 40 pesotes, o un Torres de a 50 pesos la medida; hay pajareros con canarios entrenados para leer la suerte e instructores en directo dándole a la bicicleta para perder varios kilos a la media noche.
La dinámica es sencilla: hay que aplaudir o reprobar (trompetita en mano) la calidad del anuncio en cuestión: los más celebrados tratan sobre futbolistas, condones, la lucha contra la discriminación, la labor de Amnistía Internacional; lo bien intencionado, lo políticamente correcto será ovacionado a más no poder; los más incomprendidos estarán relacionados con los últimos años de la Unión Soviética, un hecho que seguramente pasó desapercibido para la mayoría de estudiantes convocados en el recinto.
Los franceses no pierden oportunidad para publicitar autos en lindes de misoginia, los orientales aplican su consabido humor negro en extremo, los ingleses ilustran con unas "Spice Girls" ya entradas en años una situación que bien podría haberse filmado con chicas de cualquier universidad poblana; la Cruz Roja se lleva la noche con un bello segmento de animación hecho por manos mexicanas.
El momento incómodo se vive cuando apenas marcha la mitad del festín: un animador decide presentarse por su nombre, "por si no me reconocen yo salgo en TV Azteca Puebla" y conmina a los asistentes, ya menos porque algunos se han marchado: "vamos a hacer la ola"… Y sí, ahí tienen al público haciendo olas en el CCU… Y los "vivas" entre comerciales no paran, y el ego de los organizadores no cabe por ninguna parte, y la extraña ventilada pública parece evidenciar que los amantes de la publicidad seguramente aplauden como nadie al cinescopio de su casa.
El fin de semana poblano más internacional hasta lo que va del 2009 continúa in crescendo hasta San Pedro Cholula: al primer minuto del primero de marzo, los de Melbourne, Australia (Cut Copy) saludan por segunda vez a sus fans poblanos que los siguen desde su participación en un "MX Beat" anterior. La generación post-rave y los gustosos de tendencias musicales de vanguardia saltan y bailan cuando abren con "Hearts on fire", la pieza número diez de "In ghost colours", segunda producción de un grupo que actualmente suma casi cuatro millones de visitas en su sitio oficial de My Space.
Pero con poco menos de 45 minutos de concierto, los australianos dijeron adiós ante la resignación de quienes se quedaron con ganas de más, no sólo en cuanto al show musical sino también por cuanto caracterizó a estos festivales patrocinados por una reconocida marca de cigarros: no hubo programa de mano, no hubo cigarros gratis, no hubo barra libre, y a cambio los mojitos costaban 40 pesos y el souvenir de esta posible última edición fue una playerita que recibieron aquellos que compraron su localidad anticipadamente.
En la sexta entrada del duelo Pericos-Cuba, Leonys Martín, primero en el orden al bat de los isleños, se encarga de poner las cosas en su lugar: el subcampeón mundial y olímpico da la voltereta en la parte baja de la sexta entrada y su tablazo productor de dos carreras es celebrado hasta por gente vestida con playeras del Puebla. La delegación cubana baila y echa fiesta en el Serdán, mientras Raúl Castro en La Habana se encarga de poner fin a la estructura que mantuvo en el poder a su hermano Fidel hasta casi la eternidad. La sesión más internacional que se vive en Puebla está a unas cuantas entradas de llegar a su fin… Y la mentada crisis económica de principios de marzo parece más un divertido comercial de esos que el público poblano aplaude a rabiar.
A varios kilómetros de distancia, en el balneario "El Cristo" de San Pedro Cholula, casi dos mil personas disfrutan de un festival musical hasta las primeras horas del domingo primero de marzo. El cartel anuncia la presentación estelar de la agrupación australiana Cut Copy y algunos DJ’s nacionales que han destacado en la escena internacional: la quinta edición del "MX Beat", y la cuarta en territorio poblano, tuvo un costo por persona de 150 pesos y los boletos volaron con un mes de anticipación.
Doce horas después de los "publívoros", en el diamante del parque "Hermanos Serdán", la selección cubana de béisbol sostendrá su segundo juego de exhibición en la capital poblana, ahora contra los Pericos de Puebla, quienes bajo el mando de Alfonso "Houston" Jiménez buscarán revivir las glorias que de a poco pueden contarse entre los amantes del "Rey de los Deportes" a nivel local.
Lentamente, las gradas se ocupan hasta convertirse en excelente entrada para un duelo amistoso: más de tres mil poblanos se mostrarán incrédulos cuando la novena verde se vaya adelante en la pizarra al son de cuatro carreras contra cero. Sin duda el resultado, hasta la tercera entrada, será sorpresivo porque se juega contra el subcampeón olímpico y mundial, Cuba, el indiscutible candidato a coronarse en el próximo Clásico Mundial de Béisbol que arranca este siete de marzo en el Foro Sol del Distrito Federal.
En días de crisis económica y recesión internacional, cuando el dólar en México ha pasado la barrera de los 15 pesos, los escenarios para el entretenimiento en la capital poblana lucen pletóricos desde taquilla. De hecho, el platillo principal de fin de semana se vivirá entre los aficionados al futbol, cuando más de 40 mil personas reunidas en el estadio Cuauhtémoc verán cómo el Puebla de la Franja sumará un punto más, ahora ante los Rojinegros del Atlas, en su lucha por no descender a la Primera División "a".
De Francia a Japón, de Estados Unidos a Tailandia, de México a la República Checa, los "devoradores de publicidad" disfrutan una larga sesión de comerciales para la cual desembolsaron entre 200 y 350 pesos; muy probablemente estudian menesteres ligados con diseño gráfico, marketing, comunicación: "aquí participan países de cinco continentes con lo mejor de su publicidad convertida en arte y reflejo de su cultura, seleccionados por su trabajo creativo, artístico y estético, o bien por ser los más divertidos, sexys, hasta los peores realizados".
re patrocinadores, edecanes de vestido largo, actores disfrazados para la fotografía y música de finales del siglo XX tildada como "Tech House", el lobby del CCU es insuficiente para los asistentes que salen y entran al auditorio entre bloques de una hora con 15 minutos. En caso de incendio la tragedia sería descomunal, y ni hablar de un temblorcito de tierra. Al primer intermedio aquello parece la CAPU en Semana Santa: hay quien muere por una cerveza pero no hay. Los más fiesteros podrán consolarse con un buen Bacardí a cambio de 40 pesotes, o un Torres de a 50 pesos la medida; hay pajareros con canarios entrenados para leer la suerte e instructores en directo dándole a la bicicleta para perder varios kilos a la media noche.
La dinámica es sencilla: hay que aplaudir o reprobar (trompetita en mano) la calidad del anuncio en cuestión: los más celebrados tratan sobre futbolistas, condones, la lucha contra la discriminación, la labor de Amnistía Internacional; lo bien intencionado, lo políticamente correcto será ovacionado a más no poder; los más incomprendidos estarán relacionados con los últimos años de la Unión Soviética, un hecho que seguramente pasó desapercibido para la mayoría de estudiantes convocados en el recinto.
Los franceses no pierden oportunidad para publicitar autos en lindes de misoginia, los orientales aplican su consabido humor negro en extremo, los ingleses ilustran con unas "Spice Girls" ya entradas en años una situación que bien podría haberse filmado con chicas de cualquier universidad poblana; la Cruz Roja se lleva la noche con un bello segmento de animación hecho por manos mexicanas.
El momento incómodo se vive cuando apenas marcha la mitad del festín: un animador decide presentarse por su nombre, "por si no me reconocen yo salgo en TV Azteca Puebla" y conmina a los asistentes, ya menos porque algunos se han marchado: "vamos a hacer la ola"… Y sí, ahí tienen al público haciendo olas en el CCU… Y los "vivas" entre comerciales no paran, y el ego de los organizadores no cabe por ninguna parte, y la extraña ventilada pública parece evidenciar que los amantes de la publicidad seguramente aplauden como nadie al cinescopio de su casa.
El fin de semana poblano más internacional hasta lo que va del 2009 continúa in crescendo hasta San Pedro Cholula: al primer minuto del primero de marzo, los de Melbourne, Australia (Cut Copy) saludan por segunda vez a sus fans poblanos que los siguen desde su participación en un "MX Beat" anterior. La generación post-rave y los gustosos de tendencias musicales de vanguardia saltan y bailan cuando abren con "Hearts on fire", la pieza número diez de "In ghost colours", segunda producción de un grupo que actualmente suma casi cuatro millones de visitas en su sitio oficial de My Space.
Pero con poco menos de 45 minutos de concierto, los australianos dijeron adiós ante la resignación de quienes se quedaron con ganas de más, no sólo en cuanto al show musical sino también por cuanto caracterizó a estos festivales patrocinados por una reconocida marca de cigarros: no hubo programa de mano, no hubo cigarros gratis, no hubo barra libre, y a cambio los mojitos costaban 40 pesos y el souvenir de esta posible última edición fue una playerita que recibieron aquellos que compraron su localidad anticipadamente.
En la sexta entrada del duelo Pericos-Cuba, Leonys Martín, primero en el orden al bat de los isleños, se encarga de poner las cosas en su lugar: el subcampeón mundial y olímpico da la voltereta en la parte baja de la sexta entrada y su tablazo productor de dos carreras es celebrado hasta por gente vestida con playeras del Puebla. La delegación cubana baila y echa fiesta en el Serdán, mientras Raúl Castro en La Habana se encarga de poner fin a la estructura que mantuvo en el poder a su hermano Fidel hasta casi la eternidad. La sesión más internacional que se vive en Puebla está a unas cuantas entradas de llegar a su fin… Y la mentada crisis económica de principios de marzo parece más un divertido comercial de esos que el público poblano aplaude a rabiar.
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