Las empresas tienen que aprender a moverse en el terreno de los social media y a distinguir los errores capitales que pueden convertir su aventura en la red participativa en un infierno de relaciones públicas. Estos son los 7 pecados capitales en social media marketing según Steve Rubel, director de insights en la agencia de relaciones públicas Edelman Digital.
Lujuria: No hay que utilizar cada una de las redes que se ponen de moda. Hay que orientarse hacia el público objetivo, no hacia la tendencia.
Gula: Hay que estar en el ámbito de los contenidos generados por usuarios, pero en su justa medida. No hay que estar en todas partes, sino empezar poco a poco, sin exagerar.
Avaricia: No se trata solo de conseguir tráfico para el producto. La red social sirve para establecer una relación con el público objetivo. La razón de estar en redes sociales es para promover el diálogo auténtico y directo entre marca y usuario.
Pereza: No hay que tener una actitud apática al construir el diálogo con el cliente, porque esa relación o ese diálogo van a ser necesarios, antes o después. Si no se tiene contacto con el público objetivo, se pierde todo el control de la conversación.
Envidia: No hay que mirar al éxito de otras marcas y no hay que intentar copiarlo. Antes que confiar en los factores del éxito de otros, es mejor ser creativo y escribir la propia historia del éxito.
Ira: Si lo planeado no ha funcionado, no hay que tratar de hacer las cosas a las bravas. Hay que contar de antemano con que puedan surgir problemas y diseñar estrategias para solucionarlos, además de evitar las reacciones impulsivas.
Soberbia: Tranquilidad ante las críticas e indirectas del público objetivo. Esto no debe interponerse en los planes de la marca: las marcas fuertes soportan las críticas.
Lujuria: No hay que utilizar cada una de las redes que se ponen de moda. Hay que orientarse hacia el público objetivo, no hacia la tendencia.
Gula: Hay que estar en el ámbito de los contenidos generados por usuarios, pero en su justa medida. No hay que estar en todas partes, sino empezar poco a poco, sin exagerar.
Avaricia: No se trata solo de conseguir tráfico para el producto. La red social sirve para establecer una relación con el público objetivo. La razón de estar en redes sociales es para promover el diálogo auténtico y directo entre marca y usuario.
Pereza: No hay que tener una actitud apática al construir el diálogo con el cliente, porque esa relación o ese diálogo van a ser necesarios, antes o después. Si no se tiene contacto con el público objetivo, se pierde todo el control de la conversación.
Envidia: No hay que mirar al éxito de otras marcas y no hay que intentar copiarlo. Antes que confiar en los factores del éxito de otros, es mejor ser creativo y escribir la propia historia del éxito.
Ira: Si lo planeado no ha funcionado, no hay que tratar de hacer las cosas a las bravas. Hay que contar de antemano con que puedan surgir problemas y diseñar estrategias para solucionarlos, además de evitar las reacciones impulsivas.
Soberbia: Tranquilidad ante las críticas e indirectas del público objetivo. Esto no debe interponerse en los planes de la marca: las marcas fuertes soportan las críticas.
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