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Los secretos del éxito empresarial de Google

Navegadores, telefonía móvil, vídeo digital... La compañía se expande en otros segmentos de negocio en la Red y renuncia a ser un mero motor de búsqueda. Su innovadora gestión de la publicidad le ha llevado a diseñar un modelo de explotación.

Luis Miguel L. Farraces

Ha llovido ya bastante desde aquél septiembre de 1998 en el que dos estudiantes de la Universidad de Stanford, un tal Larry Page y su compañero Sergey Brin, fundaran como empresa en el garaje de un amigo un nuevo buscador llamado Google. Su proyecto podría parecer en un principio destinado al fracaso, ya que Yahoo! era por aquél entonces el líder indiscutible de los motores de búsqueda en internet, un mercado en el que también tenían una pequeña parcela nombres como Lycos y, en España, Olé, que causaba furor como primer buscador en castellano del mercado. Sin embargo, en algo más de una década, Google se ha revelado como el buscador preferente para millones de personas en todo el mundo y pese a que los ingresos de Google cayeron por primera vez en la historia el pasado trimestre, apenas un 3% menos que en el último de 2008, la compañía ha relegado al olvido al resto de pequeñas plataformas que pululaban por la Red.

La estrategia de Page y Brin ha pasado por colapsar algunos sectores de negocio tradicionales

Un detallado estudio publicado recientemente por la consultora francesa FaberNovel sobre los segmentos de negocio de la compañía al que ha tenido acceso LA GACETA desvela las razones del éxito del buscador. Sin embargo, antes de desgranar las estrategias comerciales que han permitido a Google sostener su ambicioso modelo de expansión, sería interesante detallar las razones por las que millones de personas dieron de lado a Yahoo!


Los inicios

El ascenso frenético de Google ante el resto de sus rivales dentro del sector se basó en su revolucionario sistema de búsqueda de archivos, que nada tenía que ver con el entonces utilizado por los portales tradicionales. A la hora de mostrar los resultados los buscadores, por entonces los jerarquizaban de una manera un tanto arcaica: las primeras páginas que mostraban eran simplemente las que más veces contenían la palabra clave. El problema es que muchas veces esas páginas no eran ni mucho menos las más relevantes para el usuario. Page y Brin diseñaron un innovador logaritmo para jerarquizar los resultados que se basaba sobre todo en el número de enlaces en otros portales que redireccionaban a esas páginas. La teoría era sencilla: cuánta más gente colocara un enlace a una determinada web, esa página debía ser a la fuerza más relevante que otra.

La filosofía comercial

Una vez que su motor de búsqueda empezó a registrar millones de visitas, Page y Brin comenzaron a diseñar la explotación publicitaria del portal con indudable éxito. El modelo de Google se basa en dos pilares fundamentales: garantizar que los anuncios siguen al máximo los criterios de interés de los usuarios y ofrecer un target lo más detallado posible a los anunciantes para que sus campañas sean efectivas. Bajo estas dos premisas Google lanzó en el año 2000 el sistema de publicidad AdWord, que ha sido todo un éxito gracias a su funcionamiento.

Google AdWord fue diseñado fundamentalmente para medianas y pequeñas empresas, esas que no pueden permitirse el lujo de publicitarse en medios como la televisión. El sistema permite que los anunciantes optimicen al máximo su gasto en publicidad. El sistema de explotación publicitaria del buscador ofrece a los anunciantes un ‘target’ minucioso a buen precio
La razón es que las empresas sólo pagan por el número de clics que recibe su página de los usuarios que han entrado desde Google. Ello les permite controlar sus gastos y asegurarse de que su inversión está teniendo resultados. Además, las compañías pueden concretar al máximo el perfil de las personas a las que quieren dirigirse dado que eligen interesantes variables como la franja horaria en la que deben aparecer sus anuncios o la supresión de los mismos en caso de que las palabras clave de la búsqueda contengan un término que ellos consideran negativo como podría ser “drogas” o “pornografía”.
Con el sector de la publicidad en internet en auge, Google decidió en 2003 buscar nuevos socios para aumentar sus beneficios en este ámbito. Sin embargo, Page y Brin no recurrieron a grandes empresas o magnates de la Red para hacerlo, sino a los administradores de páginas web algo más modestas. Así nació el programa Google Ad Sense, en el que esos administradores ceden a la compañía pequeños espacios para que ésta empotre anuncios en el portal. Luego, el anunciante paga por cada visita que recibe desde ese enlace en concreto y los beneficios se reparten entre Google y un pequeño porcentaje para el dueño de la página que aloja la publicidad.

Ingresos en la blogosfera

Con el programa Ad Sense ya en funcioniamiento, Google dio otro golpe de efecto magistral para optimizar el resultado del mismo. La adquisición en 2003 de la plataforma Blogger, que facilita la creación de bitácoras a cualquier internauta y que cuenta con miles de páginas, permitió a la compañía empotrar más barras de Ad Sense y compartir los ingresos de publicidad con modestos blogueros de todo el mundo.
Pero fuera del mundo virtual es donde Google está dando más que hablar últimamente. FaberNovel ha calificado como “estrategia de destrucción positiva” la expansión de servicios de la compañía fuera de su medio natural. La consultora ha expuesto una interesante teoría acerca de cómo Google ha encontrado nuevos segmentos de negocio destruyendo modelos tradicionales, citando algunos ejemplos de ello. Google por ejemplo ha relegado al olvido a negocios como las guías de carreteras impresas (leáse Campsa, Michelín, etc.) dado que el servicio de Google Maps permite lo que antes era sólo una quimera: calcular y descrbir paso a paso la mejor ruta entre dos puntos a cualquier viajero del mundo, ofreciendo además toda la información de estaciones de servicio para conductores durante el trayecto.

Otro ejemplo de ello es el lanzamiento del sistema operativo para móviles Android, que hizo entrar a Google en un mercado dominado tradicionalmente por Nokia, Microsoft y Apple. Sin embargo, a pesar del peso de las compañías citadas, Google consiguió poner patas arriba el mercado al ser el primero en ofrecer un sistema semiabierto en el sector móvil en el que ningún programador debe pagar licencias por lanzar nuevas aplicaciones.

Google dio el paso para entrar en el sector móvil tras estudiar exhaustivamente las oportunidades de negocio futuras. Y es que se calcula que en 2012 las conexiones a internet desde teléfonos superarán a las convencionales. Ello podría proveer a la compañía de nuevos target de mercado para atraer nuevos anunciantes. Google, como siempre, vuelve a anticiparse.

El desarrollo tecnológico como insignia
Pese a ser indiscutiblemente el buscador de internet más usado en el mundo, Google sabe que el futuro de su negocio depende del prestigio que consiga mantener la marca. Por ello, la compañía viene desarrollando servicios revolucionarios desde el punto de vista tecnológico para ofrecerlos luego de manera gratuita. Quizás el más llamativo últimamente haya sido el lanzamiento en las últimas elecciones norteamericanas de la aplicación Google Elections Video Search. Mediante este servicio Google transcribía cada uno de los discursos de los candidatos de manera que cualquier internauta pudiera introducir en el buscador una palabra clave como “sanidad” y que la aplicación le llevara hasta el minuto exacto del vídeo del discurso en el que se trataba el tema.




Haciendo caja con los navegadores de internet
Hace mucho tiempo que Google dejó de ser un simple motor de búsqueda para convertirse en una empresa global de servicios de internet. Así, un importante beneficio de la compañía sale directamente del negocio de los navegadores, principalmente por dos vías. La primera, el convenio con Mozilla para ser la página de inicio por defecto del navegador Firefox. Un convenio recientemente renovado y sin el que Mozilla no podría subsistir, dado que el 85% de sus ingresos proviene directamente del dinero que pone Google. Para el buscador el acuerdo le sale rentable, dado que el navegador de Mozilla copa el 19% de cuota de mercado a nivel mundial.

Por otro lado, Google hace tiempo ya que movió ficha en este segmento lanzando Chrome, su propio buscador. Un software que le permite colar su barra de herramientas en cada vez más equipos, permitiendo ganar mercado para el buscador.



Rentabilizar YouTube, el mayor reto
Cuando Google compró por 1.600 mllones de dólares la plataforma de vídeos Youtube, muchos se mostraron escépticos sobre su viabilidad. Primero, porque las denuncias por difundir vídeos con derechos de autor estaban a la orden del día, y las multas e indemnizaciones también. Y segundo, por la dificultad de encontrar un modelo de explotación publicitaria interesante para los anunciantes. Y es que las empresas no se muestran especialmente seducidas ante la posibilidad de poner publicidad antes de la reproducción de vídeos cuyo contenido desconocen.

Cualquier usuario del mundo puede colgar en Youtube clips caseros de temas con los que, de poner publicidad antes de su reproducción, la marca en cuestión no saldría precisamente reforzada. Carreras ilegales de coches, consumo de alcohol masivo entre jóvenes, manifiestos políticos extremistas... los ejemplos son gráficos y variados.


http://www.gaceta.es/negocios/24-04-2009+secretos_exito_empresarial_google,noticia_1img,28,28,54911.

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