Por Daniel Granatta
e-mail dgranatta@merca20.com
twitter @danigranatta
Estimado estudiante de Mercadotecnia de alguna universidad mexicana:
Perteneces a una nueva generación de mercadólogos, tu edad promedio es de unos 20 años y tienes DNA digital de serie. Eres usuario digital antes que responsable de marca, y usas la tecnología de una forma tan natural que ya no distingues entre vida digital y vida analógica, puesto que tu vida es una sola. Y por ello tienes la oportunidad de ser un mercadólogo distinto a los de todas las generaciones que te precedieron.
Aprovechando que te quedan sólo dos o tres semestres para terminar tus estudios y comenzar tu carrera en el mercado laboral, va siendo hora de que hagas contactos con distintas marcas o agencias para preparar tus prácticas, incluso plantearte salir de tu ciudad para asistir a alguno de los múltiples congresos de Mercadotecnia que se celebran por toda la geografía mexicana a lo largo del año, en los que aprender de las experiencias que algunos ponentes comparten en ellos.
Como sucede que a veces suelo ser uno de esos ponentes que acuden a esos eventos, aquí te dejo unos consejos para que los dos podamos sacar el máximo de nuestro encuentro si llegamos a coincidir:
- Eres joven y las fiestas son parte de tu vida, pero no permitas que tanta fiesta nuble tu vista ni el objetivo de por qué viajaste a un lugar lejano para asistir a un congreso; aunque estés crudo, levántate para ir a las conferencias, lo contrario no tiene perdón de Dios.
- Si de aquí a que nos veamos me hago famoso por salir en algún concurso de televisión, por favor no te olvides de que asisto a dicho evento como alguien que hablará de mercadotecnia, no como un famoso televisivo que necesita una corte de aduladores.
- Siguiendo la anterior, no me regales los aplausos porque salga en televisión, mantén en todo momento un espíritu crítico y un cierto nivel de escepticismo, oblígame a ganarme tu atención y tus reacciones (si lo que digo o muestro te genera alguna).
- No soy una estrella de rock, sólo estoy impartiendo una conferencia sobre mercadotecnia, lo que significa que no tiene ningún sentido que te tomes una foto conmigo para subirla a Facebook como si fuera un trofeo. Mejor pídeme una tarjeta, o mejor aún, pídeme chamba.
- Si aún así me comporto como una estrella de rock grosera y maleducada, ténlo en cuenta aunque dedique toda mi charla a contar cómo cuido a la marca para la que trabajo, la marca no es lo que yo digo sino lo que yo hago.
- Si llevo mi rockstarismo aún más allá, y soy grosero y maleducado con alguien del evento, el público, o incluso la jovencita que actúa como hostess, no se te ocurra nunca enviarme un CV; si me comporto así con alguien a quien apenas conozco, imagina cómo puedo llegar a ponerme si no me traes el café a la temperatura adecuada para mi gusto.
- Exígeme algo útil para ti como futuro mercadólogo, no te conformes con espejitos de colores y vídeos anunciados como inéditos aunque ya estén en YouTube desde hace semanas. A fin de cuentas eres público, pero mercadólogo, no público de un programa de variedades. Si te conformas sólo con espejitos estarás a merced de cualquier comercial pacheco que se vea medio bonito realizado por cualquiera de esos excéntricos creativos publicitarios.
- Pregúntame qué aporto a mi marca, qué hago en mi trabajo y cómo ayudo a que la parte de México de la marca que represento sea algo más que una franquicia regional. En resumen, algo que haga de mi presencia en el evento algo relevante, y no algo que podría ser reemplazado por un vídeo de mi presidente transnacional corporativo.
- No te creas todo lo que digo sólo porque yo estoy en el escenario y tú entre la audiencia. Todos somos audiencia y siempre hay alguien que sabe más que nosotros, así que intenta comprobar si lo que escuchaste en las conferencias es cierto o si de verdad yo y/o los otros ponentes estamos completamente desfasados, algo que le suele pasar a esos profesores que esgrimen a Kotler como principio y final de todas las cosas.
- Al final de mis presentaciones siempre dejo mi cuenta de correo electrónico del trabajo. Por favor, apúntala y escríbeme. Y búscame en Twitter y/o Facebook, por favor agrégame y mantente en contacto conmigo. Porque si te gustó lo que conté en la charla, entonces la charla sólo es el inicio de nuestra relación, no sólo un evento esporádico anual.
- Mi correo electrónico del trabajo no es para que me envíes cadenas de e-mails relativos a que has encontrado a Jesús en la Tierra o a las últimas actualizaciones de tu Fotolog, hay otros medios para hacerme llegar esos contenidos. Ah, tampoco me pidas que te ayude con tareas de la escuela, no tiene chiste si yo te hago las cosas en vez de hacerlas tú.
- Si tienes alguna pregunta que hacerme tras la presentación, no comiences diciéndome que “estoy muy guapo” o “estoy muy feo”. A nadie le importa, y si lo haces, probablemente no tome en serio nada de lo que digas a continuación.
- Si me ves en la fiesta y quieres, háblame sin sentir pena de ningún tipo. No tiene sentido para ti viajar a otro lugar en el que estar rodeado de gente que no conoces y seguir hablando únicamente con tu círculo de amigos, cada persona que no conoces es una oportunidad de descubrir algo nuevo. Y respecto a mí, no va uno a los eventos a conocer a otros conferencistas, sino a los que un día espero sean compañeros o clientes, en este caso tú.
Y, finalmente, si eres estudiante y te sientes al menos ligeramente movido por lo que acabas de leer, reenvíale este texto a 15 compañeros en las dos próximas horas o tendrás cinco años de mala suerte
http://www.merca20.com/carta-a-un-joven-estudiante-de-mercadotecnia/
e-mail dgranatta@merca20.com
twitter @danigranatta
Estimado estudiante de Mercadotecnia de alguna universidad mexicana:
Perteneces a una nueva generación de mercadólogos, tu edad promedio es de unos 20 años y tienes DNA digital de serie. Eres usuario digital antes que responsable de marca, y usas la tecnología de una forma tan natural que ya no distingues entre vida digital y vida analógica, puesto que tu vida es una sola. Y por ello tienes la oportunidad de ser un mercadólogo distinto a los de todas las generaciones que te precedieron.
Aprovechando que te quedan sólo dos o tres semestres para terminar tus estudios y comenzar tu carrera en el mercado laboral, va siendo hora de que hagas contactos con distintas marcas o agencias para preparar tus prácticas, incluso plantearte salir de tu ciudad para asistir a alguno de los múltiples congresos de Mercadotecnia que se celebran por toda la geografía mexicana a lo largo del año, en los que aprender de las experiencias que algunos ponentes comparten en ellos.
Como sucede que a veces suelo ser uno de esos ponentes que acuden a esos eventos, aquí te dejo unos consejos para que los dos podamos sacar el máximo de nuestro encuentro si llegamos a coincidir:
- Eres joven y las fiestas son parte de tu vida, pero no permitas que tanta fiesta nuble tu vista ni el objetivo de por qué viajaste a un lugar lejano para asistir a un congreso; aunque estés crudo, levántate para ir a las conferencias, lo contrario no tiene perdón de Dios.
- Si de aquí a que nos veamos me hago famoso por salir en algún concurso de televisión, por favor no te olvides de que asisto a dicho evento como alguien que hablará de mercadotecnia, no como un famoso televisivo que necesita una corte de aduladores.
- Siguiendo la anterior, no me regales los aplausos porque salga en televisión, mantén en todo momento un espíritu crítico y un cierto nivel de escepticismo, oblígame a ganarme tu atención y tus reacciones (si lo que digo o muestro te genera alguna).
- No soy una estrella de rock, sólo estoy impartiendo una conferencia sobre mercadotecnia, lo que significa que no tiene ningún sentido que te tomes una foto conmigo para subirla a Facebook como si fuera un trofeo. Mejor pídeme una tarjeta, o mejor aún, pídeme chamba.
- Si aún así me comporto como una estrella de rock grosera y maleducada, ténlo en cuenta aunque dedique toda mi charla a contar cómo cuido a la marca para la que trabajo, la marca no es lo que yo digo sino lo que yo hago.
- Si llevo mi rockstarismo aún más allá, y soy grosero y maleducado con alguien del evento, el público, o incluso la jovencita que actúa como hostess, no se te ocurra nunca enviarme un CV; si me comporto así con alguien a quien apenas conozco, imagina cómo puedo llegar a ponerme si no me traes el café a la temperatura adecuada para mi gusto.
- Exígeme algo útil para ti como futuro mercadólogo, no te conformes con espejitos de colores y vídeos anunciados como inéditos aunque ya estén en YouTube desde hace semanas. A fin de cuentas eres público, pero mercadólogo, no público de un programa de variedades. Si te conformas sólo con espejitos estarás a merced de cualquier comercial pacheco que se vea medio bonito realizado por cualquiera de esos excéntricos creativos publicitarios.
- Pregúntame qué aporto a mi marca, qué hago en mi trabajo y cómo ayudo a que la parte de México de la marca que represento sea algo más que una franquicia regional. En resumen, algo que haga de mi presencia en el evento algo relevante, y no algo que podría ser reemplazado por un vídeo de mi presidente transnacional corporativo.
- No te creas todo lo que digo sólo porque yo estoy en el escenario y tú entre la audiencia. Todos somos audiencia y siempre hay alguien que sabe más que nosotros, así que intenta comprobar si lo que escuchaste en las conferencias es cierto o si de verdad yo y/o los otros ponentes estamos completamente desfasados, algo que le suele pasar a esos profesores que esgrimen a Kotler como principio y final de todas las cosas.
- Al final de mis presentaciones siempre dejo mi cuenta de correo electrónico del trabajo. Por favor, apúntala y escríbeme. Y búscame en Twitter y/o Facebook, por favor agrégame y mantente en contacto conmigo. Porque si te gustó lo que conté en la charla, entonces la charla sólo es el inicio de nuestra relación, no sólo un evento esporádico anual.
- Mi correo electrónico del trabajo no es para que me envíes cadenas de e-mails relativos a que has encontrado a Jesús en la Tierra o a las últimas actualizaciones de tu Fotolog, hay otros medios para hacerme llegar esos contenidos. Ah, tampoco me pidas que te ayude con tareas de la escuela, no tiene chiste si yo te hago las cosas en vez de hacerlas tú.
- Si tienes alguna pregunta que hacerme tras la presentación, no comiences diciéndome que “estoy muy guapo” o “estoy muy feo”. A nadie le importa, y si lo haces, probablemente no tome en serio nada de lo que digas a continuación.
- Si me ves en la fiesta y quieres, háblame sin sentir pena de ningún tipo. No tiene sentido para ti viajar a otro lugar en el que estar rodeado de gente que no conoces y seguir hablando únicamente con tu círculo de amigos, cada persona que no conoces es una oportunidad de descubrir algo nuevo. Y respecto a mí, no va uno a los eventos a conocer a otros conferencistas, sino a los que un día espero sean compañeros o clientes, en este caso tú.
Y, finalmente, si eres estudiante y te sientes al menos ligeramente movido por lo que acabas de leer, reenvíale este texto a 15 compañeros en las dos próximas horas o tendrás cinco años de mala suerte
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