Comunicación en 360° es un “estado de diálogo constante”, donde las organizaciones asumen su rol comunicador para así generar conversaciones, agendar temas y movilizar información con sus audiencias clientes. De esta forma, la comunicación en 360° busca proyectar objetivos para posicionar, crear, convocar, descentralizar e informar desde la comunicación, y con esto, difundir, interaccionar y generar transacción de mensajes con los públicos escogidos como gravitantes para el negocio.
Comunicación y estrategia serán siempre términos asociados y dependientes unos de otros. Al respecto Fernández & Dahnke exponen que “la estrategia comunicativa consiste en reforzar e intensificar las actitudes y conductas ya presentes en los objetivos, lo cual adopta la forma de una intensificación de actitudes favorables por medio de sencillas técnicas de refuerzo”.
Una mirada más vinculada a la concepción del valor “ordenador” más que al valor de “gestión” expone Otto Lerbinger: “un profesional de la comunicación persuasiva debe preparar un diseño general explícito, un plan maestro que identifique y describa los elementos esenciales de la situación de comunicación”. Sobre el mismo tema otro autor plantea que “la estrategia es un precursor simbólico de la acción”.
Estas y otras teorías del cómo entender la comunicación estratégica se alinean en un minuto con un elemento básico: “la estrategia general de la organización cobra sentido sólo al ser creada a partir de la realidad comunicacional de la compañía”.
La Real Academia Española de la Lengua aporta al concepto de estrategia como “un proceso regulable, el conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento”. Es decir, no existe una fórmula única, un escenario inamovible o situaciones secuenciales, ya que la realidad organizacional, está fundada por una identidad y negocio propio, construye un contexto propio de acción y reacción comunicativa con el entorno interno y externo.
El conjunto de estas variables a diario se aplican en forma transversal tanto con las audiencias internas como externas. Han cambiado los tiempos y el rol comunicador de las empresas cada vez es más asumido por éstas. “La empresa es vista hoy no sólo como una persona moral y sujeto pensante de su producción, sino también como colectividad conciente que se dirige a su entorno”. Una buena comunicación en 360º administra estos criterios en forma estratégica:
- Informar: Dar a conocer, socializar, entregar información, difundir discurso, crear conciencia, generar redes de información, etc.
- Posicionar: Instalar, diferenciar, proyectar una imagen corporativa, destacar, sumar valor a una imagen, etc.
- Persuadir: Generar una acción, vender, educar, lograr el aprendizaje de una conducta, innovación y hábito, obtener votos, lograr un cambio.
- Compartir: Compartir sentimientos y sensibilidades, estados de ánimo, lazos Afectivos, unir a través de las emociones, mantención de afectos.
- Construir comunidad: Crear puentes, establecer relaciones de convivencia, resolver conflictos, generar lazos de asociatividad, negociación y búsqueda de acuerdos en base a intereses comunes.
Pensar en comunicación en 360º es generar estrategias con audiencias diferenciadas, éstas sólo detectadas desde la necesidad e interés comunicacional de la organización.
Cada vez más, las empresas comprenden la urgente necesidad de tener a su capital humano motivado, alineado, actualizado y conectado con la organización y sus procesos de cambio. Este estado demandante de información tanto vertical como horizontal exige una alta comunicación interna en la organización.
Por ello, la comunicación interna de una organización es un elemento único y transversal a todos los procesos de la organización, comprendiendo que la fortaleza de esta herramienta se funda en el criterio de crear o administrar “escenarios posibles” dentro de la empresa (tiempos de crisis, cambios estructurales, cambios culturales, entre otros).
Esta necesidad por transformar la realidad informativa en una realidad comunicativa, y hace que los primeros 180° de la comunicación sienten las bases en las necesidades comunicativas internas, por medio de las cuales se transformarán en el motor que proyecta la imagen en el público externo. “Lo que las empresas deciden, planifican y realizan sólo adquiere sentido, significación y valores cuando lo comunican (…) comunicar una decisión, una acción, es más fuerte que la acción misma”.
Pensar en la construcción de una organización con comunicaciones internas fuertes, es proyectar una organización con identidad definida, en la medida que esta “personalidad” sea trabajada a lo largo del tiempo por todas las audiencias internas. “Definir la identidad corporativa es reconocer nuestra especificidad dentro del mercado y de la sociedad en la que vivimos como entidad”.
http://rpcomunicacion.blogspot.com/2009/10/comunicacion-en-360-un-camino-para.html
Comunicación y estrategia serán siempre términos asociados y dependientes unos de otros. Al respecto Fernández & Dahnke exponen que “la estrategia comunicativa consiste en reforzar e intensificar las actitudes y conductas ya presentes en los objetivos, lo cual adopta la forma de una intensificación de actitudes favorables por medio de sencillas técnicas de refuerzo”.
Una mirada más vinculada a la concepción del valor “ordenador” más que al valor de “gestión” expone Otto Lerbinger: “un profesional de la comunicación persuasiva debe preparar un diseño general explícito, un plan maestro que identifique y describa los elementos esenciales de la situación de comunicación”. Sobre el mismo tema otro autor plantea que “la estrategia es un precursor simbólico de la acción”.
Estas y otras teorías del cómo entender la comunicación estratégica se alinean en un minuto con un elemento básico: “la estrategia general de la organización cobra sentido sólo al ser creada a partir de la realidad comunicacional de la compañía”.
La Real Academia Española de la Lengua aporta al concepto de estrategia como “un proceso regulable, el conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento”. Es decir, no existe una fórmula única, un escenario inamovible o situaciones secuenciales, ya que la realidad organizacional, está fundada por una identidad y negocio propio, construye un contexto propio de acción y reacción comunicativa con el entorno interno y externo.
El conjunto de estas variables a diario se aplican en forma transversal tanto con las audiencias internas como externas. Han cambiado los tiempos y el rol comunicador de las empresas cada vez es más asumido por éstas. “La empresa es vista hoy no sólo como una persona moral y sujeto pensante de su producción, sino también como colectividad conciente que se dirige a su entorno”. Una buena comunicación en 360º administra estos criterios en forma estratégica:
- Informar: Dar a conocer, socializar, entregar información, difundir discurso, crear conciencia, generar redes de información, etc.
- Posicionar: Instalar, diferenciar, proyectar una imagen corporativa, destacar, sumar valor a una imagen, etc.
- Persuadir: Generar una acción, vender, educar, lograr el aprendizaje de una conducta, innovación y hábito, obtener votos, lograr un cambio.
- Compartir: Compartir sentimientos y sensibilidades, estados de ánimo, lazos Afectivos, unir a través de las emociones, mantención de afectos.
- Construir comunidad: Crear puentes, establecer relaciones de convivencia, resolver conflictos, generar lazos de asociatividad, negociación y búsqueda de acuerdos en base a intereses comunes.
Pensar en comunicación en 360º es generar estrategias con audiencias diferenciadas, éstas sólo detectadas desde la necesidad e interés comunicacional de la organización.
Cada vez más, las empresas comprenden la urgente necesidad de tener a su capital humano motivado, alineado, actualizado y conectado con la organización y sus procesos de cambio. Este estado demandante de información tanto vertical como horizontal exige una alta comunicación interna en la organización.
Por ello, la comunicación interna de una organización es un elemento único y transversal a todos los procesos de la organización, comprendiendo que la fortaleza de esta herramienta se funda en el criterio de crear o administrar “escenarios posibles” dentro de la empresa (tiempos de crisis, cambios estructurales, cambios culturales, entre otros).
Esta necesidad por transformar la realidad informativa en una realidad comunicativa, y hace que los primeros 180° de la comunicación sienten las bases en las necesidades comunicativas internas, por medio de las cuales se transformarán en el motor que proyecta la imagen en el público externo. “Lo que las empresas deciden, planifican y realizan sólo adquiere sentido, significación y valores cuando lo comunican (…) comunicar una decisión, una acción, es más fuerte que la acción misma”.
Pensar en la construcción de una organización con comunicaciones internas fuertes, es proyectar una organización con identidad definida, en la medida que esta “personalidad” sea trabajada a lo largo del tiempo por todas las audiencias internas. “Definir la identidad corporativa es reconocer nuestra especificidad dentro del mercado y de la sociedad en la que vivimos como entidad”.
http://rpcomunicacion.blogspot.com/2009/10/comunicacion-en-360-un-camino-para.html
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