La música se utiliza como terapia natural en pacientes con trastornos neurológicos severos para fomentar su memoria a largo plazo, así como su capacidad de interacción social y comunicación
Pero cómo (y por qué) la música afecta las respuestas físicas y psicosociales de los humanos era hasta ahora un misterio. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Georgetown acaban de dar un paso importante en la búsqueda de las bases neuronales del cerebro musical.
Según exponían la semana pasada durante la reunión anual de la Sociedad americana de Neurociencia, celebrada en Chicago, la percepción musical podría tener su origen en las llamadas que utilizan los animales, y concretamente los primates no humanos, para comunicarse, dice muyinteresante.es.
Muchos sonidos del lenguaje y vocalizaciones animales contienen componentes conocidos como tonos musicales complejos, que consisten en una frecuencia fundamental y armónicos más altos. Estudiando el cerebro de monos despiertos, Yuki Kikuchi y sus colegas comprobaron que existen neuronas adaptadas a estas vibraciones, que a su vez se sitúan próximas a áreas de la corteza auditiva que se organizan por tonos.
Según Kikuchi, el conocimiento de los mecanismos neurales musicales innatos en los primates no humanos mejorará la comprensión de la percepción de la música por el cerebro humano. Y, lo que es más importante, ayudará a entender sus efectos terapéuticos.
LATAM: Reporte
http://www.timesoftheinternet.com/espanol/65633.html
Pero cómo (y por qué) la música afecta las respuestas físicas y psicosociales de los humanos era hasta ahora un misterio. Científicos del Centro Médico de la Universidad de Georgetown acaban de dar un paso importante en la búsqueda de las bases neuronales del cerebro musical.
Según exponían la semana pasada durante la reunión anual de la Sociedad americana de Neurociencia, celebrada en Chicago, la percepción musical podría tener su origen en las llamadas que utilizan los animales, y concretamente los primates no humanos, para comunicarse, dice muyinteresante.es.
Muchos sonidos del lenguaje y vocalizaciones animales contienen componentes conocidos como tonos musicales complejos, que consisten en una frecuencia fundamental y armónicos más altos. Estudiando el cerebro de monos despiertos, Yuki Kikuchi y sus colegas comprobaron que existen neuronas adaptadas a estas vibraciones, que a su vez se sitúan próximas a áreas de la corteza auditiva que se organizan por tonos.
Según Kikuchi, el conocimiento de los mecanismos neurales musicales innatos en los primates no humanos mejorará la comprensión de la percepción de la música por el cerebro humano. Y, lo que es más importante, ayudará a entender sus efectos terapéuticos.
LATAM: Reporte
http://www.timesoftheinternet.com/espanol/65633.html
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