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Pensamiento lateral

Definimos el pensamiento lateral como el conjunto de procesos destinados al uso de información de modo que genere ideas creativas mediante una reestructuración de los conceptos ya existentes en la mente.

Al actuar al margen de lo obvio, el pensamiento lateral permite explorar maneras nuevas de abordar situaciones de la vida diaria. Se trata de una forma de utilizar la mente que provoca cambios de ideas mediante el reordenamiento de las partes de los modelos establecidos.

El PL aumenta la eficacia del pensamiento vertical, al ofrecerle nuevas ideas para su elaboración lógica. Ambas clases de pensamiento son complementarias: puede decirse que el pensamiento vertical confiere mayor profundidad a un hoyo ya iniciado, mientras que el lateral inicia un nuevo hoyo.

El PL ofrece técnicas específicas para el desarrollo de la creatividad:

1. Búsqueda de alternativas: cualquier modo de valorar una situación es sólo uno de los muchos modos posibles de valorarla. El PL explora esas alternativas mediante la reordenación de la información disponible. La búsqueda de alternativas aspira al mayor número posible de enfoques, prescindiendo de su valor práctico real, con lo cual se aceptan inicialmente alternativas exentas de todo sentido común. Lo que se pretende es aliviar la rigidez que caracteriza al enfoque de las situaciones y problemas, mostrar que siempre existen alternativas si se pone empeño en buscarlas y potenciar la costumbre de reestructurar modelos. Este proceso puede derivar en diferentes situaciones:

- Pueden obtenerse varias alternativas, para luego volver al análisis de las más satisfactorias;
- Una de las alternativas encontradas puede convertirse en el punto de partida hacia nuevas ideas;
- Una de las alternativas encontradas puede constituir en sí misma, sin mayor elaboración, una solución satisfactoria;
- Una de las alternativas puede provocar una reestructuración de la información y dar lugar a un nuevo modelo que constituya una reordenación perspicaz.

Aún en los casos en que la búsqueda lateral de alternativas no produzca resultados útiles, no se habrá perdido el tiempo, ya que así se desarrolla la costumbre de buscar alternativas en vez de aceptar el enfoque más obvio y fácil.

2. Revisión de supuestos: el pensamiento lateral prescinde de la validez de todos los supuestos y tiene como misión proceder a su reestructuración. La aceptación general de que una idea sea correcta no garantiza su corrección; muchas veces es la continuidad histórica la que mantiene la mayor parte de los supuestos. El PL no niega la validez de los supuestos ni trata de valorar su efectividad: busca únicamente alternativas a los mismos, sin aspirar siquiera a que sean mejores.

Nuestra vida cotidiana se fundamenta constantemente en supuestos de todo tipo. Sin embargo, cualquier supuesto puede reestructurarse para usar más eficazmente su información. La intención no es poner en duda la veracidad de los conceptos establecidos, pues eso provocaría una indecisión paralizante, sino sencillamente liberar al pensamiento del efecto restrictivo de supuestos rígidos que limitan excesivamente su campo de acción.

3. El pensamiento lateral exige como prerrequisitio la suspensión o aplazamiento de los juicios y valoraciones. La naturaleza del PL hace que una idea errónea pueda conducir a una idea correcta. Por eso se aplaza el juicio lógico hasta la fase de valoración final.

4. A menos que se pueda convertir la vaga conciencia de un problema en un concepto perfectamente definido, es difícil conseguir otros enfoques e ideas creadoras. Es necesario definir la idea dominante del tema -es decir, el tema o principio alrededor del cual gira una situación o problema-. Si no se capta la idea dominante, ésta ejercerá una influencia restrictiva en el pensamiento, limitando las soluciones que puedan elaborarse.

La necesidad de definir concreta y específicamente la idea dominante deriva del hecho de que es más fácil escapar de la influencia de algo que se conoce que de aquello acerca de lo cual no existe conocimiento.

Otro elemento que forma parte de todo problema o situación es el factor vinculante o factor crucial, presente en todos los puntos de vista y sobre los que ejerce una influencia inmovilizadora. A menudo es un supuesto lógico, o lo es por lo menos la importancia que se le confiere.

Al buscar una idea dominante nos preguntamos: ¿por qué analizamos esta cuestión siempre del mismo modo? Cuando buscamos un factor vinculante nos interrogamos: ¿Qué es lo que limita nuestras soluciones?, ¿qué nos liga al mismo enfoque? Es difícil reestructurar modelos sin tener una visión perfectamente clara de ellos. Resulta difícil liberarlos de sus vínculos restrictivos si no se identifican previamente esos puntos rígidos.

5. Técnica del fraccionamiento o división: si se considera cualquier situación y se la descompone en sus partes constituyentes, es posible reestructurarla disponiendo las fracciones en forma distinta. Al fragmentar los problemas y situaciones en diversas partes se crean las condiciones para ordenarlos de un modo nuevo. No se trata de dividirlos en sus componentes naturales, como en el caso del análisis lógico, sino de obtener material que permita una reestructuración de los modelos. Es decir, no se intenta explicar nada, sino reordenar. El objetivo del fraccionamiento es evitar los efectos de la inhibición implícita en los modelos fijos mediante su descomposición en varias partes, ya que ello ofrece mayores posibilidades de creación.


Extraído de
http://www.scribd.com/doc/22672351/solucion-de-problemas



http://motivacioncognitiva.blogspot.com/2009/12/pensamiento-lateral.html

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