lunes

Gestión del tiempo: lo urgente

He aquí mi medidor de disciplina alimentaria: del día 1 al 6 buenos resultados... los marca la raya fina negra. Eso sí, estamos a día 10 y ya véis qué poco me he esforzado... en fin, me quedan tres días de actividad para recuperar.

La otra imagen, un mandala. He decidido volver a mis buenos propósitos y actividades y realizar de nuevo un mandala diario... Lo voy cumpliendo.
Y la última nota: por favor, leed el comentario que ha hecho un@ de vosotr@s de la segunda entrada del año: divertidísima, creativa...



Buenas tardes de nuevo: ¿Qué tal ha comenzado el año? Espero que fenomenal para todo el mundo.

Empiezo con lo prometido (y retrasado): unas indicaciones para gestionar nuestro tiempo. Aplicar una serie de recomendaciones hace que eliminemos un montón de tareas inútiles y nos dediquemos en profundidad a lo que verdaderamente nos importa. El resultado es hacer muchas más cosas y mejor en el mismo tiempo, reducir la ansiedad de manera considerable, sentirnos más satisfech@s, etc. Puede aplicarse al ámbito profesional tanto como al personal... si bien por lo general comenzar por un área contagia a las otras. Voy a porocurar poner ejemplos de ambos lados ¿Os animáis a probarlo?

Comenzamos con algo básico, y esta semana como plato fuerte hablaremos de la ORGANIZACIÓN (Planificar, programar, priorizar, clasificar, simplificar).

Comencemos por la diferenciación entre lo IMPORTANTE y lo URGENTE.

Las actividades importantes dependen de nuestra tarea, de nuestra escala de valores... son actividades (entre las que se incluyen pasar tiempo con las personas que queremos) fundamentales para el desarrollo de nuestro trabajo, o bien de nuestra persona. Son las cosas que nos hacen felices por un lado y nos hacen que nuestro trabajo sea notable en resultados.

Por otro lado y en paralelo, las actividades pueden ser urgentes (se cierra un plazo, fechas límite, etc), o bien para desarrollar a largo plazo (lograr el ascenso, aprobar una carrera universitaria, aprender un idioma...)

Combinémoslas en función del grado de prioridad:
1. Importante y urgente (presentar un proyecto que nos daría ingresos para varios meses, atender a un ser querido hospitalizado...). En este caso, nos centraremos en ello en mente, cuerpo y alma.
Ahora bien, trabajar siempre sobre lo urgente nos lleva a descuidar nuestra planificación a la larga, en las cosas que nos dan una satisfacción profunda. Si siempre respondemos a lo urgente, necesitamos una revisión precisa de en qué empleamos nuestro tiempo y por tanto, nuestra vida. Se corresponde a esa sensación de insatisfacción sin saber por qué, de no ser dueñ@s de nuestra vida.

2. Importante a largo plazo: aquí es donde entra la planificación para desarrollar objetivos y compromisos. Las tareas que entran en esta categoría son con las que crecemos como personas, con las que damos sentido a nuestra existencia.

3. Urgente y no importante: si es posible, delegar.

4. Ni importante ni urgente: eliminar. Y en mi opinión práctica, este es el punto clave: aprender a decir que no. ¿Qué aporta en tu vida hacer algo que te es indiferente y que no es urgente? En muchas ocasiones, tiene mucho que ver con los compromisos mal entendidos: "Hago esto porque se supone que debo", "qué dirán de mí si no voy..." etc.

Tarea para casa: ¿En qué empleas tu tiempo? ¿Puedes identificar al menos dos tareas que correspondan a cada categoría?



http://coachingcreativo.blogspot.com/2010/01/gestion-del-tiempo-lo-urgente.html

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