Hace mucho que no os molesto. Tenéis suerte de que esté inmerso en un aluvión de trabajo y de preguntas sobre el futuro. Sin embargo, hoy me apetece hablar de la manera en que Herraiz Soto & Co nos agradece el apoyo al videoclip interactivo de Labuat, ya que ha sido elegido como el mejor site del año en los FWA gracias a los votos de 43000 personas:
La animación consiste en que cada vez que pulsas el botón izquierdo, la mano-cursor da una palmadita al resto de las 43.000 manos. Y sí… puedes hacerlo hasta 43.000 veces (hay un truco para acelerar este proceso y que no te despidan por procrastinar).
La verdad es que la acción me gusta casi tanto como el propio videoclip. Y aunque la producción es impecable, lo que me ha encantado es el mensaje de base: dar las gracias. Qué fácil es y qué poco lo hacemos.
Santiago Rodríguez dice en su libro «Creatividad en Marketing Directo» que las tres palabras con más moho del diccionario son “Perdón”, “Por favor” y “Gracias”. Creo que es una importante lección, sobre todo en el caso de dar las gracias. Al fin y al cabo, pedir perdón y perdir algo por favor implican una petición a los demás (en el primer caso, se solicita la tranquilidad de saberse perdonado; en el segundo, vaya usted a saber). Pero dar las gracias, si no es un acto de peloteo, es algo que das a alguien como reconocimiento por algo que te ha aportado.
Así que hoy, como estoy generoso, voy a dar algunos agradecimientos:
· Gracias a los que me voy a olvidar en esta lista (lo siento), por no molestarse.
· Gracias a Pablo (@DoPaiRa) por twittear el trabajo de Herraiz Soto & Co. Gracias a ellos, por su trabajo.
· Gracias a Santiago Rodríguez por provocar la idea de esta entrada.
· Gracias a los que seguís este blog, tanto si comentáis como si no.
· Gracias a todos los que me han enseñado algo interesante en el trabajo y en cualquier otro aspecto de la vida.
· Gracias a todos los que trataron de inculcarme estupideces, por no haberlo intentado más.
· Gracias por poder seguir trabajando en el sector de la comunicación, tan inquietante como apasionante.
· Gracias a la crisis, ese concepto ficticio, por hacernos pensar y por darnos una segunda oportunidad.
· Gracias a mis padres por sufragarme Boy de Roald Dahl hace más de veinte años y todo lo demás.
· Gracias a Roald Dahl por escribir lo que escribió. Por ejemplo, el libro que tengo esta semana en mi bolso.
· Gracias al resto de escritores, músicos, artistas… que le dan sentido a la vida.
· Gracias a los diccionarios y a las enciclopedias (Google no podrá con vosotros).
· Gracias a mis amigos por ser como son y por pagarme unas rondas el otro día.
· Gracias a Óscar por darme oxígeno cuando estoy al borde de la muerte cerebral.
· Gracias a Jorge por tocar tan bien y por nuestros secretos a voces.
· Gracias, mil gracias, a la que me acompaña con tanto cariño y soporta mis vaivenes emocionales.
· Gracias a los inventores y potenciadores de internet, la verdadera revolución tecnológica de los últimos años (al menos, en su aspecto social).
· Gracias a los blogs y a la redes sociales por hacernos la vida más divertida.
· Gracias a los nuevos fichajes que nos enseñan a movernos por esto del 2.0 con frescura y agilidad.
Y gracias, MUCHAS GRACIAS, a la jubilación anticipada, porque puede que en un futuro lejano nos libre de los gurús pedantes que reducen la potencia comunicativa de internet al determinismo tecnológico, el complejo mundo de la investigación a un uso vago del ROI, la necesidad de ser directos en la red a escribir como monos amaestrados y la estrategia a llevar gomina.
Fuente: http://www.yorokobu.es/2010/01/26/%C2%BFes-posible-decir-43-000-veces-gracias/
http://www.persuasiones.com/gracias
La animación consiste en que cada vez que pulsas el botón izquierdo, la mano-cursor da una palmadita al resto de las 43.000 manos. Y sí… puedes hacerlo hasta 43.000 veces (hay un truco para acelerar este proceso y que no te despidan por procrastinar).
La verdad es que la acción me gusta casi tanto como el propio videoclip. Y aunque la producción es impecable, lo que me ha encantado es el mensaje de base: dar las gracias. Qué fácil es y qué poco lo hacemos.
Santiago Rodríguez dice en su libro «Creatividad en Marketing Directo» que las tres palabras con más moho del diccionario son “Perdón”, “Por favor” y “Gracias”. Creo que es una importante lección, sobre todo en el caso de dar las gracias. Al fin y al cabo, pedir perdón y perdir algo por favor implican una petición a los demás (en el primer caso, se solicita la tranquilidad de saberse perdonado; en el segundo, vaya usted a saber). Pero dar las gracias, si no es un acto de peloteo, es algo que das a alguien como reconocimiento por algo que te ha aportado.
Así que hoy, como estoy generoso, voy a dar algunos agradecimientos:
· Gracias a los que me voy a olvidar en esta lista (lo siento), por no molestarse.
· Gracias a Pablo (@DoPaiRa) por twittear el trabajo de Herraiz Soto & Co. Gracias a ellos, por su trabajo.
· Gracias a Santiago Rodríguez por provocar la idea de esta entrada.
· Gracias a los que seguís este blog, tanto si comentáis como si no.
· Gracias a todos los que me han enseñado algo interesante en el trabajo y en cualquier otro aspecto de la vida.
· Gracias a todos los que trataron de inculcarme estupideces, por no haberlo intentado más.
· Gracias por poder seguir trabajando en el sector de la comunicación, tan inquietante como apasionante.
· Gracias a la crisis, ese concepto ficticio, por hacernos pensar y por darnos una segunda oportunidad.
· Gracias a mis padres por sufragarme Boy de Roald Dahl hace más de veinte años y todo lo demás.
· Gracias a Roald Dahl por escribir lo que escribió. Por ejemplo, el libro que tengo esta semana en mi bolso.
· Gracias al resto de escritores, músicos, artistas… que le dan sentido a la vida.
· Gracias a los diccionarios y a las enciclopedias (Google no podrá con vosotros).
· Gracias a mis amigos por ser como son y por pagarme unas rondas el otro día.
· Gracias a Óscar por darme oxígeno cuando estoy al borde de la muerte cerebral.
· Gracias a Jorge por tocar tan bien y por nuestros secretos a voces.
· Gracias, mil gracias, a la que me acompaña con tanto cariño y soporta mis vaivenes emocionales.
· Gracias a los inventores y potenciadores de internet, la verdadera revolución tecnológica de los últimos años (al menos, en su aspecto social).
· Gracias a los blogs y a la redes sociales por hacernos la vida más divertida.
· Gracias a los nuevos fichajes que nos enseñan a movernos por esto del 2.0 con frescura y agilidad.
Y gracias, MUCHAS GRACIAS, a la jubilación anticipada, porque puede que en un futuro lejano nos libre de los gurús pedantes que reducen la potencia comunicativa de internet al determinismo tecnológico, el complejo mundo de la investigación a un uso vago del ROI, la necesidad de ser directos en la red a escribir como monos amaestrados y la estrategia a llevar gomina.
Fuente: http://www.yorokobu.es/2010/01/26/%C2%BFes-posible-decir-43-000-veces-gracias/
http://www.persuasiones.com/gracias
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