domingo

¡Yo tengo la razón, gané! ... pero perdí.

Eligiendo conexión sobre conflicto.

¿Recuerdas alguna discusión laboral en la que a toda costa sentiste la necesidad de demostrar tu punto de vista como el correcto, la sangre te subía a la cabeza y todo a tu alrededor se congelaba? Entraste en lo que se conoce como modo de sobrevivencia; reacción de instinto al sentirnos amenazados, en la que tus niveles de adrenalina y cortisol se disparan,  y se bloquea la sección de tu cerebro con habilidades más sofisticadas como la estrategia y el compartir.
Ganar se siente excelente: hay  pura dopamina y adrenalina en tu cerebro, lo que te da una sensación de dominio, de ser invencible. ¡Por eso, tener la razón se vuelve adictivo! Sin embargo, bajo estas circunstancias, ganar en el momento significa perder mucho más, después, ya que las relaciones interpersonales se deterioran progresivamente. Esta es una relación Ganador/Perdedor: CONFLICTO.

El ser humano es un animal social, ansía sentirse conectado a otros. Estudios realizados en neuro-ciencia social por la Universidad de Stanford, comprueban que al experimentar una sensación de conexión - desde recibir un mensaje de texto, una muestra de ayuda desinteresada, hasta compartir carcajadas- liberamos oxitocina, una hormona que genera sensaciones de bienestar, empatía, confianza y colaboración. Al mismo tiempo, se reducen los niveles de estrés y ansiedad, ya que al incrementarse la oxitocina, disminuye el cortisol. La sensación de sentirse bien con uno mismo  y con los demás es en extremo saludable y hasta contagiosa. Es un hecho que la empatía y confianza influyen directamente en la productividad y crecimiento de una empresa1. Esta es una relación Ganador/Ganador: CONEXION.

Todo tiene sentido. Pero en la práctica, a veces lo olvidamos. En temas delicados o al tratar con colaboradores difíciles, ¿cómo podemos crear una mejor conexión y empatía?

A continuación, comparto algunas herramientas que podrías recordar poner en práctica cuando lo consideres necesario:

1. Establecer reglas del encuentro

Si resulta que en la reunión a la que asistirás se tratará un tema álgido donde muy probablemente se exacerben los ánimos, sugiere a los participantes, al inicio, que compartan ideas sobre como llevar la reunión de la manera más productiva posible. Por ejemplo: prescindir de juzgar o criticar, no interrumpir, definir los temas específicos a resolver, etc.  Anota estos puntos en la pizarra para que todos los tengan presentes durante la reunión. Esta técnica ayudará a contrarrestar cualquier patrón nocivo para la buena comunicación.

2. Escuchar, escuchar, escuchar 

Habla menos y escucha más, por eso tenemos dos orejas y una sola boca. En lugar de enfocarte solamente en tu punto de vista y en cómo convencer a la otra parte, proponte entender e identificarte con las perspectivas del otro. También, de vez en cuando, resume lo que tu interlocutor dice. De esta manera además de demostrar que estás comprendiendo, podrías estar evitando un malentendido.  Tu empatía y voluntad de cooperación darán pie a una reciprocidad natural en el otro. Y las probabilidades de llegar a un mutuo acuerdo serán mayores.

3. Estar atento a anular los "ruidos negativos" 

Los ruidos negativos o malinterpretaciones de actitudes anti-cooperativas, como el que alguien llegue tarde a una junta por culpa de un tráfico inusual, generan comportamientos emotivos negativos. Asumir cosas y malinterpretar intenciones afectan el espíritu de cooperación y la fluidez se ve afectada y hasta interrumpida. La empatía es una herramienta que anula ruidos negativos y desarrolla la cooperación.

4. Crear tiempo para todos 

Evitemos la monopolización de la conversación, al iniciar o inclusive antes de la reunión, sugiere que cada participante recomiende temas  a resolver y quienes podrían contribuir con los mismos. Crea la agenda en base a esto, y estando todos de acuerdo, asegúrense de seguirla. Recuerda los viejos dichos: "más se gana con miel que con hiel" y "el que se molesta pierde". Además, si te fijas bien, encontrarás que son muchas más, las cosas que nos unen que las que nos separan. Practica el identificarte con el punto de vista del otro,  practica conscientemente escuchar sin tomártelo personal, sin dejarte arrastrar por las emociones. ¡Notarás la diferencia!   ¿Recuerdas en que situación, que pudo ser altamente conflictiva, no se generó el conflicto gracias a que alguien encontró la conexión?   ¿Tienes otras técnicas que te gustaría compartir?   

1.      En un estudio realizado por Careerbuilder.com en 2011, en USA,  más de 1/3 de los empleadores respondió que estarían fijándose más en el coeficiente emocional (EQ) a la hora de contratar o promover a trabajadores -y esto en época de post-recesión. 71% dijo que valoran más el EQ que el IQ (coeficiente intelectual) en un empleado. 59% se negaría a contratar a alguien con IQ alto y EQ bajo.

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