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La Creatividad como Proyecto

“Llegó el momento de arriesgar, de entrar en el juego, de proponer no sólo un concepto distinto de vida, sino también una manera distinta de ver, a las personas, las cosas, los paisajes”
Nada aceleró tanto y redefinió el recorrido de la arquitectura contemporánea como el descubrimiento de la moda y del concepto “estilo de vida”.


Moda y arquitectura son hoy componentes esenciales de la industria cultural, ambas accionan como dispositivos que van mucho más allá de sus territorios disciplinarios. Moda y arquitectura accionan hoy sobre necesidades y deseos.

La industria de la moda, transformada en industria del “estilo de vida”, está sumamente conciente de los ritmos y cambios que le son impuestos como consecuencia de su rol neurálgico. Justamente este fortalecimiento y la defensa de su propia e influyente posición en el mundo contemporáneo le ha impuesto un profundo auto-análisis.

Resulta entonces ineludible la exigencia de invertir en el desarrollo de nuevos...


...espacios de innovación y creatividad, de redefinir procedimientos sobre aquello que vestimos, en la organización económica, en las estrategias de marketing y en el análisis crítico.

Una necesidad que ya está solicitando respuestas múltiples a partir de un creciente nivel de atención dirigido al sistema formativo de la industria de la moda.
Es necesario construir una nueva dimensión en la cual posicionar los deseos, dirigir las necesidades. No hay sólo vestidos para vender, hay todo un universo que compone la escena multicolor de la vida.

El proyecto total a desarrollar tiene y debe saber contar una fábula, evocar momentos especiales de la existencia, elegir con cuidado el sitio, encontrar los personajes adecuados a habitarlo. Saber poner juntos las piezas del rompecabezas que al final del cuento hará aparecer triunfante el momento soñado.

Por lo tanto es indudable la necesidad de formar en las universidades nuevas figuras profesionales, con niveles de competitividad a niveles internacionales, con capacidad de reflexionar sin preconceptos sobre el hábitat, la indumentaria y su relación con el cuerpo.

Creativos capaces de desarrollar sus ideas convirtiéndolas en proyectos realizables, que no sólo conozcan todas las fases y los problemas de la producción sino también los del mercado y de la comunicación. Concientes que la moda no puede evitar cambiar constantemente. La regla de la variabilidad se convierte en la constante fundamental de la moda, la cual redefine permanentemente aquello que es moda y aquello que no.

Los puntos clave del juego, búsqueda e innovación, ambos ya en evidencia en el interior del sistema moda y en el ámbito cultural, político y económico, están destinados a convertirse en puntos cada vez más importantes.

La creación de programas universitarios calificados en el sector moda debería representar una de las más significativas respuestas a estas necesidades. Las universidades deberían tener la capacidad de ofrecer un excelente nivel de formación que conjugue la teoría con la práctica, con estructuras de calidad instaladas en una situación colectiva que favorezca un intercambio veloz de ideas y capacitación.

De esta manera, creatividad, innovación y accesibilidad podrán brindar a estas experiencias formativas un plus valor útil a un sector amplio de la sociedad generando una red productiva y concreta de relaciones e intercambios.

Cualquier otro planteo formativo que excluya estos factores estratégicos esta condenado al fracaso, no sólo como proyecto en sí mismo, sino además en la frustración de sus agentes de formación y educandos y en la insatisfacción de un sistema productivo exigente.

La sociedad define los horizontes necesarios y exige nuevas formas de mirarlos.



http://dibuenaonda.blogspot.com/2010/01/la-creatividad-como-proyecto.html

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