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La microfotografía como obra plástica, representación de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego).

1.- Introducción.

La temática que se presentará en el presente ensayo corresponde hacia la microfotografía como obra artística y la representación de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego); en el que se investigarán las causas, factores y consecuencias del por qué estas tienen mucho en común por su estética, la composición y las proporciones que ofrecen; induciéndolas a cuestiones artísticas por medio de los elementos vitales antes mencionados, que será el discurso literario para su pertinencia en las bellas artes.

Para ello se analizarán y se describirán las confluencias entre el arte y la ciencia, buscando la producción de sentido artístico, según una determinada modalidad de lectura de la realidad. Por lo tanto, en primera instancia, se expondrán y conocerán los antecedentes entre la ciencia y el arte, con la finalidad de contextualizar y ubicar la circunstancia en nuestro espacio, lugar y tiempo. Una vez comprendido el entorno en que nos desenvolveremos, se hará un análisis comparativo entre las características de la fotografía científica en la estética artística. En el que se examinarán los factores técnicos y estéticos inherentes al arte y a la ciencia, para demostrar las interrelaciones que puedan tener las imágenes científicas con las artísticas, por ende, también, se hace una breve exposición de los factores simbólicos que podrían caracterizar a la microfotografía en esta disciplina.

Por último, se abordará, como subtema, a la conceptualización actual que se tiene entre la ciencia y el arte; en él, se presentarán motivos en los cuales la ciencia y el arte se encuentran relacionados en algún u otro estilo artístico contemporáneo, y se podrá apreciar que comparten causas en común, diluyendo las barreras que las han segmentado. Fue necesario hacer concisos comentarios proyectados hacia la diferenciación entre lo estético y lo artístico para evitar confusiones o sobre interpretaciones del tema que se está abordando.

2.- Desarrollo.

“La fotografía posee en sí misma cualidades contradictorias que facilitan a este navegante el cruzar las fronteras entre ciencia y arte”[1]

A través de la historia, la ciencia y la tecnología se encontraban íntimamente emparentadas, pero se fueron dando algunas diferenciaciones al pasar el tiempo. Podemos resumir este contexto histórico en tres etapas básicas en las que se dieron signos notables de sus divergencias y una cuarta para ver el estado en que se encuentran esta dos disciplinas en la contemporaneidad.

Con ello, una primera etapa comprende a la relación que se daba desde los griegos hasta finales del siglo XVII, en donde estas dos vertientes compartían relaciones humanísticas, de hecho era natural que los artistas fueran también científicos, ya sea por cuestiones matemáticas (geometría), químicas (tintas, emulsiones y soluciones) o biológicas (naturaleza); pero a lo largo de su existencia se empezaron a presentar algunas tenciones entre las dos áreas, por sus finalidades o su cosmovisión del mundo; es decir, la ciencia creó un método de investigación y de comprobación científica, en el que descartaba todas las circunstancias subjetivas para la realización de algún tratado, teoría u obra. Mientras que las artes, se seguían rigiendo por cuestiones más allegadas a los sentimientos, las emociones o el gusto por algo; podríamos comentar que eran situaciones totalmente humanísticas por las que se guiaban.

Un segundo periodo corresponde a cuando se realizaron estudios más profundos hacia los sentimientos, logrando distinguirlos uno del otro, esto dio pie el señalamiento estético durante el siglo XVIII, en el que se comenta que “Las bellas artes son reconocidas por la producción deliberada de fenómenos que suscitan tales sensaciones y que no pueden ser acogidas por su especificidad con las herramientas de la descripción o del cálculo”[2]. Así como la ciencia había empezado a marcar sus límites; las artes a través de sus reflexiones también empezaron a crear normas o leyes con las cuales también señalaban la especialización de su orientación; es decir, se enfatizaron las cuestiones emotivas, imaginativas o asociativas como objetos estéticos. Es aquí, en dónde se empezó a hacer más notable la disparidad entre la ciencia y el arte.

La tercera fase que data desde el siglo XIX, fue la que culminó, de cierta forma esta relación; en primera instancia por que “el concepto de tekhné (el arte, el saber hacer) alcanzaba poco a poco al ámbito de la técnica o de la tecnología, alejándose del arte pero aproximándose a la ciencia”[3]. Esto ocasionó grandes adelantos en la industria y dio pie a críticas, por parte de las artes; ya que el desarrollo de esta disciplina científica se despreocupaba por los aspectos sociales y humanísticos; es decir, se comentaba que “Los progresos de la industria, que son los de la ciencia,… han creado en el mundo entero nuevas formas de miseria, más agudas, más intolerables”[4].

Podríamos decir que estos ascenso científicos los apartaba el ámbito humanístico que las interrelacionaba; siendo que el arte, con ello, se proclamaba merecedor a este dominio humanitario, ya que presentaba un equilibrio con la naturaleza. En general, quizás, la disolución se dio porque el arte intentaba solo representar a la naturaleza y a la sociedad, mientras que la ciencia, a principios del siglo XIX, se empeñó por querer controlarla. Y es por esta concepción que se fueron ratificando las fronteras en estas dos disciplinas.

En la actualidad, con la llegada de la tecnología, que siempre ha estado de la mano con la ciencia, se han dado muestras en las que se puede apreciar una reconciliación a través de expresiones artísticas; ya que en lugar de “oponerse a la ciencia como puede oponerse una función intuitiva divergente a una racionalidad lineal, integra con ella un campo general de pensamiento”[5]. Por ello es que podemos comentar que en el presente, todas estas disputas o tensiones que han segmentado a las áreas, podrían encontrar un punto en común en el arte. Una muestra de ello es la microfotografía, que es una rama que desciende directamente de las ciencias biológicas, pero las imágenes que proporcionan esta técnica cuentan con cualidades estéticas que son proporcionadas, por esencia, en la naturaleza y por y las propiedades que componen a su referente; lo único que les faltaría incorporar es la presencia de un discurso, que les podría dar entrada a los objetivos del arte contemporáneo.

Una de las características esenciales de la ciencia es que se avocan a la producción de conocimientos en relación con la naturaleza o a los individuos en sociedad, a través de métodos de comprobación científica como la indagación y el esclarecimiento racional, por medio de la observación, la descripción, la pregunta, la hipótesis, la explicación y la manipulación de los resultados. Estas cualidades quizás nos hagan pensar en la extrema división que existe entre estas dos áreas, pero también hay que considerar las características artísticas que pueden compartir por medio de la microfotografía.

Por estética entendemos que “viene a ser lo mismo que sensibilidad o gusto. Cubre todos los sentimientos relativos a alguna de las categorías estéticas que han sido reconocidas”[6] a través de la historia de los estilos; es decir, comprende todo lo relacionado con los primeros sentimientos que el hombre dirige hacia la naturaleza; lo que quizás fue el inicio de lo estético fue la capacidad del hombre por sentir una sublimidad a través de la naturaleza, que sorprendía o causaba algún temor al percibir su grandiosidad o su divinidad.

Mientras que las cuestiones artísticas encuentran su finalidad en satisfacer necesidades estéticas de una colectividad, por medio de la producción de imágenes, objetos o acciones. En los que se interaccionan productores, distribuidores y consumidores en los que la sociedad “gira un cuerpo de ideas con sus ideales y necesidades, intereses y experiencias o conocimientos, y problemas o posibilidades”[7]. El individuo, que interacciona en uno de estos tres roles y según su cultura y en la sociedad que se encuentre inmerso, son parte fundamental para determinar el estatuto artístico de cada estilo de expresión y la relación que puedan compartir. En sí, es la sociedad, en últimas instancias y al correr del tiempo, quien ofrecerá una valoración artística a cada manifestación artística por innovadora que esta sea.

Por ende, la fotografía también cuenta con características esenciales y particulares, en cuanto a la toma, para tener incidencias con los parámetros que marca el medio artístico. Robert Demachy comenta que “una fotografía es artística cuando su composición e iluminación son correctas, cuando sus valores son verdaderos, su tonalidad acertada y su textura adecuada y, al mismo tiempo, positivada en una superficie que satisface al ojo del artista”[8].

Con ello podremos comentar que por parte de la composición, las imágenes científicas y en espacial las biológicas tienen mucho en común con la estética; debido a que objetos fotografiados en la naturaleza por esencia cuentan con una estructura armónica; de hecho desde épocas antiguas la proporción aurea que se presenta la naturaleza fue ocupada por grandes artistas para crear y ubicar la disposiciones de elementos o símbolos que denotaban una estética a sus realizaciones artísticas. En cuanto a la iluminación, se encuentra un poco limitada en las imágenes microfotográficas, que son las que atañan a nuestro estudio, y que son realizadas a través de microscopios; la iluminación se dirige en una forma cenital, lo que restringe en algún momento el realce de algún particular detalle o de alguna escena que se quiera dar a denotar. Lo que se podría hacer en estos casos es trabajar efectos de iluminación o de luces que nos pudieran proporcionar los recursos tecnológicos para no tener esta limitante.

Con los valores y la tonalidad no habrá ninguna problemática si el fotógrafo o científico conocen las características de la exposición correctas (obturación- diafragma), y así mismo de la mejor sensibilidad de película a utilizar para registrar la imagen a fotografiar, dado que en el caso de lo análogo, el saber escoger bien el rollo fotográfico nos puede proporcionar mejores contrastes, valores y tonalidad según la finalidad de la disciplina. Por parte de las texturas; hay características que por naturaleza ofrece la microfotografía, que en algunos casos es descuidada en la fotografía a plano abierto, y una de estas son las texturas; debido a que al proporcionarnos grandes acercamientos, permite observar relieves y a si percibir las texturas. Estas “pueden aportar a la reproducción de objetos un interesante carácter de realismo, además de suministrar detalles visuales al examen y una mayor veracidad”[9] de lo que se está observando.

Ya sea que la ciencia, a través de la microfotografía, quiera tener incidencia en las cuestiones fotoartísticas, se debe tener mucho cuidado en el positivado o impresión de la imagen, ya que en muchos casos se da que cumplen con los parámetros técnicos, antes mencionados, pero al momento de su registro sobre una superficie convenientemente seleccionada por el artista, los colores, tonos o valores pueden llegar a variar, separando y variando el concepto que el autor pretendía asignarle a su realización.

Con la comparación de estas características fundamentales para la pertinencia científica en el arte podremos darnos cuenta que por composición, técnica y por estética se podría dar lugar a la microfotografía en la fotografía artística. Para ello podríamos mencionar un par de ejemplos. Las primeras referencias artísticas con las que se vincularon las imágenes microfotográficas fueron hacia el arte abstracto, ya que en éste se podían observar elementos figurativos concentrados en formas y colores sin tratar de imitar modelos o formas naturales o comunes en el cotidiano. Por otra parte y a través del retrato, se ha intentado relacionar a la microfotografía dentro de las categorías fotográficas, ya que existen algunas fotografías de acercamiento que por medio de elementos figurativos, tratan de hacer alusión hacia los rasgos del aspecto humano; como las composiciones sobre la superficie de las alas de una mariposas que pueden aparentar ojos, nariz y boca; cualidad que puede simbolizar la microfotografía.

En la actualidad se pueden percibir que han surgido diversas expresiones en las cuales la ciencia y el arte se encuentran unificados. Quizás anteriormente alguna de las áreas presentaban un hermetismo por sus finalidades o tradicionalismos, pero en la actualidad el arte se ha abierto mucho a nuevas formas de expresión, en sus diferentes modalidades, y con la llegada de la era de la información que ha repercutido tangencialmente en las formas de ver y de apreciar el arte en la sociedad; ya que este factor tecnológico siempre ha estado a la par con la ciencia y el arte constantemente, y quizás más en la actualidad, anda en busca de nuevas tecnologías para mejorar o evolucionar los soportes que puedan crear un mayor impacto visual.

Con ello, es un hecho que el arte contemporáneo se ha caracterizado por la libertad que tiene el artista para producir, apropiarse e intervenir una obra; es decir, “se han librado de la carga de la historia y son libres para hacer arte en cualquier sentido que deseen, con cualquier propósito”[10] y utilizando las herramientas propicias a su finalidad sin importar el área o las áreas con las que deba interactuar. Como es el caso de la biología y el arte; es una muestra fehaciente de cómo la fotografía científica empieza a diluir las fronteras que se habían expuesto anteriormente en medio de estas disciplinas; dado que las dos comparten un objetivo en común, la naturaleza como expresión artística. Como por ejemplo, se puede curiosear en el concurso que organiza Nikon[11] cada año, de nombre “SmallWord”, en donde se observa la interacción de científicos y artistas interesados en esta forma de proyectar su concepción artística. Otro caso es el proyecto que se está llevando a cabo de nombre “Biósfera”[12] en el cual a través de esculturas colocadas en las vías públicas y distribuidas, en pequeñas representaciones, a formadores de opinión; tratan de crear la reflexión de que el mundo está en nuestras manos.

Ya sea por medio de la fotografía o de la escultura, es notable que la ciencia o el arte, pueden compartir puntos en común y hasta podríamos comentar que una gran característica de estas uniones disciplinarias es que tanto el uno como el otro pueden impulsarse en el desarrollo de nuevos descubrimientos y conocimientos. En la que se permiten varias vertientes de análisis; debido a que “puede ser parte de la obra misma, puede interaccionar con el medio, estar sujeta a conceptos científicos y hasta puede ser modelada por el público”[13]; y así alcanzar elementos sólo estéticos o formar parte del mensaje de una obra y viceversa.



3.- Conclusiones.

Por ende, y con todo lo anteriormente expuesto, podemos conceptualizar que la ciencia y el arte desde sus inicios han estado íntimamente ligados; han existido a través de la historia diversas tenciones que han marcado notables diferencias en cuanto a sus finalidades, pero es un hecho que en la actualidad hay notables intenciones por desvanecer las desemejanzas, principalmente en cuestiones biológicas. Esto nos lleva conceptualizar, en breve, que las ciencias en sí se avocan a la producción de conocimientos en relación con la naturaleza o a los individuos en sociedad. Mientras que las artes, artesanías y diseñadores están en busca de lo estético, de una belleza proporcionada por la cualidad del individuo por sentir, emocionarse o por el simple gusto hacia algo. La tecnología es la que se encarga de proporcionar herramientas para la creación y producción de bienes de consumo. Con estas concisas concepciones podremos llegar a la conclusión de que cada factor se encuentra relacionado entre sí en la esencia fundamental de las artes pláticas; es decir, “los sistemas estéticos de producción, no existen sin los productos tecnológicos ni los científicos, sociales o religiosos”[14]. Es indudable que por cuestiones artísticas, estéticas comparten grandes características las imágenes microfotográficas que nos puede ofrecer la ciencia, pero hay un elemento fundamental en las artes visuales al que deben aludir, nos estamos refiriendo al discurso o al agente literal. El discurso es el que da el carácter a la obra y que será pertinente analizarlo en capítulos procederos.

Bibliografía.

v Acha, Juan. Los conceptos esenciales de las artes plásticas. México, Coyoacán, 1999.

v Danto Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia. Barcelona, Paidos, 1999.

v Deribere, J. Porchez, G. Tendrón. La fotografía científica, Francia, Omega, 1967.

v Fontcuberta, Joan. Estética fotográfica, España, Gustavo Gilli, 2007.

v Picaude, Velérie. Arbaïzar Phlippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004.

Fuentes de consulta electrónicas.

v Fargas, Joaquín. “El encuentro del arte, la ciencia y la tecnología”, en Razón y Palabra, No. 65, México, 2009. http://www.razonypalabra.org.mx/N/n65/actual/jfargas.html (01 de diciembre de 2009).

v http://www.explora.cl/otros/arte/cienciarte.html (01 de diciembre de 2009).

v http://www.nikonsmallworld.com/gallery.php (25 de noviembre del 2009).

v Pablo Oyarzun R., Filósofo http://www.explora.cl/otros/arte/cienciarte.html (01 de diciembre de 2009).



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[1] Picaude, Velérie. Arbaïzar Phlippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P. 178

[2] Pablo Oyarzun R., Filósofo http://www.explora.cl/otros/arte/cienciarte.html (01 de diciembre de 2009).

[3] Picaude, Velérie. Arbaïzar Phlippe. La confusión de los géneros en fotografía. Francia, Gustavo Gilli, 2004. P. 177

[4] Idem. P. 177

[5] http://www.explora.cl/otros/arte/cienciarte.html (01 de diciembre de 2009)

[6] Acha, Juan. Los conceptos esenciales de las artes plásticas. México, Coyoacán, 1999. P. 33

[7] Idem. P. 33

[8] Fontcuberta, Joan. Estética fotográfica, España, Gustavo Gilli, 2007. P. 84

[9] Deribere, J. Porchez, G. Tendrón. La fotografía científica, Francia, Omega, 1967. P. 2

[10] Danto Arthur C. Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el linde de la historia. Barcelona, Paidos, 1999., P. 26

[11] http://www.nikonsmallworld.com/gallery.php (25 de noviembre del 2009)

[12] Fargas, Joaquín. “El encuentro del arte, la ciencia y la tecnología”, en Razón y Palabra, No. 65, México, 2009. http://www.razonypalabra.org.mx/N/n65/actual/jfargas.html (01 de diciembre de 2009)



http://lcsnobliks.blogspot.com/2010/01/la-microfotografia-como-obra-plastica.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En definitiva un claro ejemplo de la poca creatividad del ser humano y que pena para las personas de tu pais en el cual se nota que no podrias poner tu propia informacion y ROBARLA de un investigador que poca etica y pena deveria darte poner tu foto y la informacion como si fuera tuya afortunadamente existen demandas e investigaciones de la ley por algo de internet que ya esta registrado. :) Bien sigue siendo un ladron de informacion.

Anónimo dijo...

Hola Mundo Negociable:

Se ve muy bien tu página con un montón de información que no ha de ser tuya, el fin era llenarla con algo.

Sería viable y prudente que citaras al investigador del cual obtuviste la información para no tener problemas en tu mundo negociable.

Sin más por el momento te agradezco las atenciones que tomes para este mensaje.

Atentamente.
Anónimo.